Dismorfia corporal

Dismorfia

¿Qué es la dismorfia corporal?

El trastorno dismórfico corporal (TDC), es un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo, TOC, que empuja a las personas a buscar la perfección. Afecta a casi 5-7,5 millones de personas en Estados Unidos. Estimamos que casi un 2 % de la población sufren dismorfia y que afecta por igual a hombres y mujeres. Incluso hay estudios que concluyen que casi el 80% de los pacientes con este trastorno se han planteado alguna vez ideas suicidas.

Las personas con TDC pasan mucho tiempo obsesionadas en la percepción de sus defectos y la forma de ocultarlos. El tiempo dedicado a estos pensamientos negativos interfiere en la calidad de vida y la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas.

Las personas con este trastorno transmiten de manera constante el deseo que tienen de modificar o mejorar algún aspecto de su apariencia física, a pesar de tener una apariencia muy normal, o a veces incluso atractiva.

Nuestra gira alrededor de la belleza, desde las revistas hasta los anuncios, las redes sociales y las películas. Las personas aplican filtros a sus selfies y eliminan incluso las imperfecciones más leves. Así, nuestra sociedad refuerza la necesidad de ser bello.

Las bases

El TDC se ha clasificado como un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados. Según la ADAA, suele afectar a hombres y mujeres por igual. A día e hoy, no se ha identificado ninguna causa, pero se cree que la genética, la deficiencia de serotonina, los rasgos de personalidad y experiencias de la vida, como abuso o trauma, pueden desempeñar un papel. También se cree que los factores estresantes durante la adolescencia pueden influir en el desarrollo del TDC.

El TDC se desarrolla durante los años de la adolescencia, por regla general entre los 12 y los 13 años. Los adolescentes a menudo dan mucha importancia a la aceptación por parte de los compañeros. Es habitual que los adolescentes se centren en la apariencia y se preocupen por cómo los ve el grupo de compañeros.

Para estos pacientes, esto va más allá de las preocupaciones normales de los adolescentes sobre la apariencia y llega a alcanzar niveles poco sanos.

Las áreas más frecuentes en que se centran los pacientes con TDC son el cabello, la nariz, la piel, el pecho, los ojos, los labios o el vientre, aunque pueden centrarse en cualquier área del cuerpo. Estos pacientes suelen preocuparse por la simetría, la forma y el tamaño.

Estos pacientes no pueden controlar los pensamientos negativos a pesar del deseo de hacerlo, lo que les produce angustia y un deterioro considerable del funcionamiento personal.

Muchos pacientes con TDC sienten que se les define por la idea de sus defectos. Las creencias sobre la apariencia y la percepción de los defectos pueden volverse tan importantes que alcanzan un nivel que los hace desvariar. Con el paso del tiempo, estas personas llegan a aislarse socialmente, no se atreven a salir del domicilio por temor a ser vistas, juzgadas o ridiculizadas por los demás.

Síntomas de la dismorfia corporal

-Baja autoestima

-Pensamientos obsesivos sobre los defectos percibidos

-Ansiedad

-Comparaciones obsesivas con los demás

-Sentimientos de inferioridad

-Perfeccionismo

-Mirarse en el espejo constantemente

-Rituales de belleza

Los síntomas dependen del grado de TDC. En los casos más leves, los pacientes pueden describirse como poco atractivos, mientras que aquellos con un TDC grave pueden describirse como horrorosos. Las personas que presentan un TDC pueden sufrir angustia intensa y los síntomas y signos pueden ser importantes..

Se desconoce cómo o por qué los síntomas progresan con el paso del tiempo, pero el síntoma principal asociado con el TDC son los pensamientos obsesivos sobre el aspecto físico. Suelen pasar horas cada día centrados en los defectos que han identificado. Estas personas tienen baja autoestima, una tendencia a evitar situaciones sociales y problemas en el trabajo o en el colegio.

Los siguientes comportamientos compulsivos o repetitivos se observan con frecuencia en pacientes con TDC:

-Camuflarse.

-Compararse con los demás.

-Solicitar cirugía.

-Comprobar su aspecto físico delante de un espejo.

-Hurgarse la piel.

-Realizar una limpieza excesiva.

-Hacer ejercicio de manera excesiva.

-Cambiarse de ropa con frecuencia.

-Broncearse de manera excesiva.

-Ir de compras de manera excesiva.

Camuflarse implica el uso de maquillaje para cubrir defectos, arreglarse la ropa repetidamente o llevar ropa para ocultar partes del cuerpo, o cubrirse algunas partes del cuerpo con la mano. Las compras excesivas pueden estar ligadas con el camuflaje y pueden generar dificultades económicas.

Las personas con TDC con frecuencia pueden preguntar a los demás si se ven bien o pueden insistir continuamente en el hecho de que son feas o poco atractivas, lo que puede provocar relaciones tensas.

Algunos pacientes se sienten atraídos por los espejos y comprueban de manera excesiva los defectos que han encontrado. El aseo excesivo puede ser visto como algo inútil por aquellas personas que se relacionan con el paciente. Las personas que hacen ejercicio o levantan pesas en exceso pueden tener un tipo de TDC conocido como dismorfia muscular.

Los pacientes con TDC tienen sentimientos de vergüenza, asco, desesperanza, depresión, enfado y ansiedad. Estas personas se preocupan sobremanera por su apariencia y confiesan que sienten vergüenza por su aspecto físico. También suelen temer el rechazo o la humillación. Pueden sentirse desesperadas y angustiadas, lo que puede precipitar una idea suicida.

Muchos de estos pacientes ven en la cirugía plástica la solución a la forma en que se ven a sí mismos. Aunque creen que es la mejor opción, la cirugía plástica a menudo genera una angustia mucho mayor.

En algunos casos, los pacientes con TDC a quienes se les ha realizado una operación quirúrgica no se sienten satisfechos con los resultados, lo que les hace sentir la necesidad de una segunda cirugía, o comienzan a centrarse en otras partes de su cuerpo que les gustaría arreglar.

Otro problema es la adicción a la cirugía de algunos pacientes. Es importante prevenir la cirugía innecesaria en estas personas porque el tratamiento estético se ha asociado con resultados negativos.

Tratamiento

Es preferible comenzar el tratamiento precozmente antes que arraiguen los pensamientos negativos.

Se puede utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC), como opción de tratamiento para pacientes con TDC. La finalidad de la TCC en estos pacientes es la identificación y el reconocimiento de los pensamientos poco saludables e intentar modificarlos. El paciente aprende a reemplazar formas negativas de pensar por otras positivas.

Cuando los pacientes usan la TCC, están aprendiendo nuevas formas de pensar sobre sí mismos. Está demostrado que la TCC ayuda a disminuir los síntomas de aquellos pacientes con TDC. Las investigaciones han demostrado que la TCC mejora los síntomas depresivos, la percepción, la calidad de vida y el funcionamiento general. La investigación ha demostrado que la TCC es beneficiosa para los pacientes con TDC a corto plazo, pero es necesario continuar investigando para establecer sus efectos a largo plazo.

A veces se pueden recetar ansiolíticos y antidepresivos. Hay que realizar un seguimiento del paciente por si se producen reacciones adversas. Debemos instruir a los pacientes sobre la importancia de tomar todos los medicamentos como se han recetado. El tratamiento también implica ayudarlos a ser flexibles con su pensamiento para que aprendan a tolerar su ansiedad hasta que esta disminuya.

Es importante ser paciente, compasivo y flexible. Debe ser prioritario establecer una sólida relación terapéutica con el paciente. Si no es así, el paciente probablemente no responderá de manera idónea al tratamiento.

Investigación

El TDC es un trastorno oculto y muchos pacientes no piden ayuda, a menudo sin darse cuenta de que tienen una enfermedad tratable. Con la investigación, se pueden tener una gran repercusión en el futuro de los pacientes con TDC.

El paciente típico con trastorno dismórfico corporal (TDC), sufrirá en silencio durante 10 años antes de recabar ayuda y recibir el diagnóstico de TDC.

Aproximadamente, el 80% de los pacientes con TDC explican que tienen pensamientos suicidas y hasta una cuarta parte de estos pacientes intentará suicidarse. Es fundamental evaluar las ideas suicidas de estos pacientes y tratarlos de forma adecuada.

En nuestra sociedad actual, la belleza es uno de los aspectos más importantes. Hoy en día se considera normal estar preocupados excesivamente por la apariencia física e incluso llegar a someternos a tratamientos de estética, dietas, o excesivas rutinas de ejercicios.

Conclusiones

A menudo, el paciente con TDC sufre también trastornos de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios o TOC. En algunos casos, el paciente con TDC recibe un diagnóstico erróneo de uno de estos trastornos debido a una superposición de síntomas y signos. Además, los pacientes con TDC corren mayor riesgo de intento de suicidio y suicidio consumado.

Es de vital importancia ayudar al paciente a identificar las repercusiones que el TDC tiene en su vida. La idea de los defectos amenaza la autoestima de estos pacientes como seres humanos y consigue que se sientan incómodos con su cuerpo. El TDC puede tener repercusiones negativas en el funcionamiento emocional, social y educativo. Establecer y desarrollar el nivel de autoconocimiento por parte del paciente le ayudará a guiar los cuidados.