La esquizofrenia suele iniciarse en la adolescencia tardía o, como tarde, a mitad de la treintena. Son raros los casos que se inician en la adolescencia.
Si el cuadro clínico se inicia cumplidos los 40, el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) lo considera “Esquizofrenia de inicio tardío”, aunque la edad media de aparición de este subtipo ronda los 60 años. Sin embargo, los datos de prevalencia de este trastorno son poco fiables. Para ello puedes contar con nuestro centro de psiquiatras especialistas en Madrid.
Aquí podríamos hablar de la “parafrenia”, un término descrito por Kraepelin que hace referencia a una psicosis crónica, es decir, una ruptura con la realidad que lleva a creencias o formas de entender las cosas de forma muy poco razonable o estrambótica. Se caracterizan más por los delirios que por alucinaciones (aunque en ocasiones pueden aparecer de forma concomitante), por ello en las clasificaciones vigentes la parafrenia queda incluida en el Trastorno Delirante. Suele aparecer entre los 35 y 45 años y es frecuente encontrar antecedentes psicopatológicos en familiares de primer grado, especialmente en los progenitores.
Como estábamos hablando, existe un subtipo denominado parafrenia tardía, que se refiere a trastornos paranoides que surgen en la vejez y que cursan con sintomatología delirante y alucinatoria. Nuestro artículo » Trastornos esquizoide y esquizotípico «, puede ayudarte con el problema.
Actualmente, estos cuadros se describen como esquizofrenia de inicio tardío y se caracterizan por ideas delirantes de tipo persecutorio que a menudo involucran aspectos domésticos, posesiones personales, virtud sexual y dignidad.
En su presentación clínica más habitual, el paciente se queja de estar bajo el escrutinio hostil de vecinos u otras personas, que quieren molestarle o echarle de casa. La temática delirante de perjuicio, por tanto, suele centrarse en vecinos que meten ruido o emplean aparatos de rayos o gases, o cualquier otro tipo de ingenio para mantenerlos despiertos durante la noche con el propósito de molestarlos. Este tipo de delirio recibe el nombre de “Delirio de Paramentos” y puede incluso aludir a la permeabilidad de las paredes, suelos, techos y puertas a los influjos dañinos.
Epidemiológicamente se ha observado que se da más en mujeres, a menudo solteras, y al menos la mitad padece sordera.