¿Qué es el síndrome post-vacacional?
La depresión post-vacacional se define como el conjunto de síntomas que puede sufrir una persona al reincorporarse a su puesto de trabajo o en su rutina diaria, hablamos de Tratamiento de depresión. Consisten, principalmente, en: cansancio generalizado, dolor muscular y alteraciones del sueño y del apetito. Además, suele ir acompañado de falta de motivación, tristeza e irritabilidad.
Puedes contar con nuestro centro de Tratamiento de Depresión en Madrid. Siempre te atenderá el mismo psicólogo, que te asegura anonimato y discreción.
Suele durar de 2 a 3 días a un máximo de 21 días hasta que la persona se vuelve adaptar a su nueva realidad. Cuando el malestar persiste en el tiempo puede generar trastornos de ansiedad o depresión. Distintos estudios señalan que entre un 25 y un 30% de los trabajadores van a padecer este síndrome post-vacacional.
Creemos que este problema sólo existe si lo piensas y lo seguimos difundiendo y hablando al inicio de cada etapa laboral. Las palabras crean realidades así que deberíamos ir con cuidado en querer patologizar naturales procesos adaptativos.
Nuestro artículo “La depresión estacional”, puede ayudarte.
Por regla general, el último día de vacaciones no tenemos ganas de volver a casa, hemos pasado unos días relajados y disfrutando de esas cosas que habitualmente no podemos porque las obligaciones nos lo impiden.
La depresión postvacacional es un concepto que no está clasificado como trastorno en el DSM V (qué es una de las clasificaciones diagnósticas que utilizan los psicólogos), pero lo cierto es que cuando oímos los síntomas muchas personas nos identificamos con ellos.
En vacaciones nos olvidamos de nuestros problemas habituales, el cambio de contexto y de rutina, nos ayuda a descansar de los problemas, pero una vez volvemos esos problemas no han desaparecido porque los problemas no desaparecen por si solos.
Lo que sucede es que el origen de los problemas se encuentra en como nosotros funcionamos frente a las distintas situaciones que se nos presentan en la vida.
Dichas situaciones las hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y esto, no cambia cuando nosotros nos cambiamos de lugar, de forma que, cuando regresamos a nuestra vida cotidiana aparecen de nuevo.
10 consejos para combatir el estrés postvacacional
Para poder gestionar con mayor facilidad el impacto emocional que implica el regreso a la rutina, es conveniente realizar una adaptación lo más progresiva posible. Aquí unos ejemplos:
-Regresar unos días antes al lugar de residencia habitual. Apurar los días de vacaciones hasta el último día puede ser atractivo, pero, también podría hacer más pesado y difícil el regreso al mundo laboral.
-Normalizar el horario de manera progresiva. Cuando estamos de vacaciones uno de los mayores placeres es poder dormir más. Volver al trabajo implica cumplir horarios. Por ello, es aconsejable regularlo unos días antes de comenzar al trabajo.
-Recuperar los hábitos alimentarios y el ejercicio físico de forma paulatina. Volver a la normalidad lo antes posible es lo ideal, pero recuerda no forzarte. Date el tiempo necesario para recuperar los hábitos y así, disfrutar de sus beneficios.
-Planificar objetivos realistas y empezar por el más pequeño. Sobrecargarte a la vuelta del trabajo planificando un montón de retos y objetivos de golpe sólo aumentarían la sensación de descontrol y podrían llevarte al bloqueo.
-Regularizar tu agenda laboral priorizando lo más inmediato. Saber organizarse siempre es necesario y a la vuelta de las vacaciones más que nunca. En caso de no poder finalizar las tareas pendientes te recomiendo anotarlas en una lista y así realizarlas en cuanto te sea posible.
-Aprovechar y disfrutar cualquier momento libre que tengamos por pequeño que sea. Los pequeños placeres pueden ser de gran ayuda para hacer más amena la obligación del mundo laboral.
-Aceptar las emociones que nos toca vivir. Aunque no nos guste sentir melancolía, tristeza, angustia o rabia, éstas son una respuesta funcional de nuestro organismo a los cambios. Permitirse llorar no hará que cambie tus obligaciones, pero sí te hará vivirlo de una manera más serena.
-Permítete no llegar a hacerlo todo aceptando imprevistos, así como cometer errores.
-Cada día elige por la mañana que pequeña cosa afrontarás como si te sintieras muy seguro de que todo va a salir bien. Indicado para las personas más controladoras.
-Dedícate un espacio cada mañana para prever por escrito lo horrible que será la vuelta al trabajo y lo angustioso que puede llegar a ser.
La terapia online o presencial
Por eso, en el momento en que vuelvas de vacaciones y los problemas que no te dejan ser feliz reaparezcan, habrías de plantearte que la terapia psicológica es opción para solucionarlos, además de que podrás disfrutar de tu vida en cualquier circunstancia.
Conclusiones
El ser humano tiene mucha facilidad para amargarse la vida. Parece que estemos más diseñados para percibir nuestra realidad de una forma negativa y angustiosa que no de lo contrario.
Cuando estábamos en plena crisis económica, ¿de qué manera se percibía el hecho de ir a trabajar? En esa época creo que desapareció la depresión postvacional porque la gente cambió su forma de verlo e ir a trabajar era ser muy afortunado y algo muy positivo.
La depresión postvacacional viene delimitada por una reactividad psicológica caracterizada por hastío y cansancio, desencanto, inhibición, anhedonia, tristeza, malestar general, fobia social, ansiedad, etc. Un problema transitorio que puede realmente convertirse en algo más preocupante. Consulta siempre a un profesional de la salud mental.