Quizás hayáis comprobado que cuando uno hace deporte hay momentos de gran concentración. Instantes de excepcional armonía entre cuerpo y mente, donde prestamos una atención completa a lo que sucede y nos olvidamos de nosotros mismos. Suena bastante a lo que sucede en ciertos estados meditativos, ¿no es cierto? Como psicólogos deportivos, en IPSIA sabemos que el componente mental tiene tanta o más importancia que el físico. Por eso, no nos sorprende que el mundo deportivo haya comenzado a valorar el mindfulness como un nuevo aliado, y a incorporarlo como una parte más del entrenamiento.
Alguien tomó la delantera ya a finales de los años 80: Phil Jackson, el entrenador de los Chicago Bulls de Michael Jordan. Jackson era un defensor acérrimo de la meditación, y la convirtió en una rutina esencial en la preparación de sus jugadores. Más tarde hizo lo mismo con Los Angeles Lakers, y hoy día, como presidente de los Knicks, sigue en sus trece. ¿Será casualidad que haya ganado más anillos de la NBA que ningún otro entrenador?
Seguramente no. Años antes de que Phil Jackson comenzara a entrenar a los Chicago Bulls, el científico Jon Kabat Zinn había empezado a popularizar el mindfulness en Occidente, tras estudiar budismo con maestros como Thich Nhat Hanh. Creó el programa de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena, y asimismo se encargo de estudiar sus efectos terapéuticos en distintos tipos de dolencias físicas y psíquicas. Pero también sus beneficios en la psicología deportiva: en 1984 procuró entrenamiento en mindfulness al equipo olímpico de remo de los Estados Unidos, y vio que los resultados eran excelentes, mejores de los esperados teniendo el cuenta la experiencia y las capacidades físicas de los atletas.
El rendimiento deportivo no es distinto de otras facetas de la vida: si estamos asediados por pensamientos que nos distraen, y más aún si estos nos llenan de ansiedad, nuestro desempeño será mucho peor que si estamos entregados exclusivamente a lo que hacemos. Ahora bien, los deportistas han de hacer frente a las tremendas expectativas que otros o ellos mismos se hacen sobre sus logros, a las lesiones, a un público muchas veces hostil y al nerviosismo de la competición. El mindfulness, al ayudar al desarrollo del córtex prefrontal, la parte del cerebro responsable de la atención y la serenidad, ayuda a cualquiera que haga deporte a afrontar esos retos. También facilita alcanzar ese estado del que hablábamos al principio y que los anglosajones llaman flow: esos instantes en que nuestros movimientos fluyen con total naturalidad y precisión. Como dice una conocida historia budista: no demasiado tenso, no demasiado flojo.
Ha pasado algún tiempo de la experiencia llevada a cabo por Kabat Zinn con los remeros olímpicos, y los estudios que evalúan la relación entre el mindfulness y deporte son ahora numerosos. En el campo del baloncesto, precisamente, Sevrez y Bourdin (2015) han estudiado el vínculo entre la propiocepción y el éxito en los tiros libres. La propiocepción es la capacidad que nos hace ser conscientes de la posición relativa de las partes de nuestro cuerpo, incluso con los ojos cerrados, y la práctica de la meditación la mejora notablemente. Como era de esperar, de aquellos jugadores evaluados por Sevrez y Bourdin, los que más puntuaban en sus tiros libres eran aquellos que más puntuaban también en una escala basada en el mindfulness. En otras disciplinas como el tiro al arco, la carrera de fondo y el golf, Petrillo et al. (2009) han demostrado que, a largo plazo, los atletas que practican la meditación mejoran sus habilidades y rendimiento, pero también se sienten menos estresados y afrontan la práctica deportiva (y la vida en general) con emociones más positivas.
Cada vez son más los deportistas de élite que se han apuntado al mindfulness, como el tenista Novak Djokovic, Lebron James o las medallistas en volley playa Misty May-Trainor y Kerri Walsh. Aunque siempre los habrá que parten con ventaja: cuando el monje Sakyong Mipham Rinpoche, líder de la comunidad budista Shambhala, comenzó a correr, era ya un maestro en el arte de la meditación, de modo que la aplicó de forma natural y desde el principio a su entrenamiento. Ahora comparte su sabiduría al respecto en obras como Running with the mind of meditation.
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