¿Cómo podemos aceptar la realidad?

¿Cómo podemos aceptar la realidad?

No nos resulta fácil aceptar los problemas, sobre todo cuando las cosas no nos salen bien. Nos cuesta aceptar todo aquello que nos desagrada o que no se corresponde con nuestras expectativas.

La terapia cognitiva conductual sirve de gran ayuda en estos casos.

Puedes contar con nuestro centro experto en Terapia cognitiva conductual, en Madrid, donde tu psicólogo te atenderá en todo aquello que necesites.

Este tratamiento psicológico también lo tienes disponible de manera online.

Si no aceptamos la realidad y deseamos que las cosas sean diferentes, nos condenamos a sufrir de manera inútil. Muchas veces ese sufrimiento es el resultado de nuestras reacciones emocionales, actitudes y pensamientos, más que de las consecuencias del problema en sí.

“Si no consigues lo que quieres, sufres. Si consigues lo que no quieres, sufres. Incluso cuando obtienes lo que quieres, sigues sufriendo porque sabes que no podrás tenerlo para siempre.

Nuestro artículo “Autoaceptación Madrid, Tratamiento psicológico”, puede ayudarte.

La falta de aceptación

Cuando nada nos satisface y supeditamos continuamente nuestra felicidad a alcanzar ciertas cosas, corremos el riesgo de pasarnos toda la vida esperando un futuro mejor que no llega nunca. Muchas personas creen que serán felices cuando su situación cambie, cuando consigan un trabajo mejor o encuentren una pareja. Piensan que solo podrán disfrutar de la vida cuando logren eso que tanto ansían.

El problema de esta mentalidad es que solemos sobreestimar la felicidad que generan algunas situaciones.

No aceptar el presente y vivir esperando un futuro mejor puede conducirnos a un estado de insatisfacción crónica, el cual se conoce como bovarismo. Este síndrome se inspira en la figura literaria de madame Bovary, una mujer siempre insatisfecha con su situación conyugal que vivía en un mundo de ensoñaciones.

Esa insatisfacción suele dar pie a comportamientos desadaptativos que generan aún más frustración, cerrando así un bucle de insatisfacción que nos condena a la infelicidad.

La aceptación como camino para ser felices

A veces la vida nos somete a duras pruebas, pero cerrar los ojos ante lo que sucede no cambiará los hechos, al contrario, puede conducir a la aparición de trastornos psicológicos debido a la represión de los contenidos emocionales que siguen perturbándonos desde el inconsciente.

Es fundamental entender que la frustración suele depender de nuestras expectativas. Si alimentamos expectativas irreales y estas no se cumplen, nos sentiremos frustrados e insatisfechos. Ese tipo de pensamientos dinamita nuestra vida y hace que nos instalemos en las quejas y la amargura. La aceptación de la realidad tal y como es nos ayudará a vivir los contratiempos con sosiego y serenidad.

¿Cómo podemos aceptar las cosas?

-No te ahogues en las quejas, busca soluciones. Lamentarte por lo que te ha ocurrido no cambiará la situación.

Las quejas que no conducen a un plan de acción son una pérdida de energía, una energía que podrías utilizar de forma más inteligente para buscar soluciones alternativas. Pregúntate qué es lo que te molesta y qué puedes cambiar realmente de tu situación para mejorarla.

-Aprende a dejar ir. No siempre podrás cambiar las situaciones ya que tu nivel de control sobre lo que sucede es limitado. En ese caso debes aprender a dejar ir todos esos pensamientos y sentimientos dañinos a los que te estás aferrando.

-Practica la gratitud. En vez de centrarte en todo lo que te falta, recuerda todo lo que tienes. Llevar un diario de la gratitud es una excelente herramienta para que aprendas a fijarte en todas las cosas valiosas que probablemente estás dando por sentado.

Un estudio realizado en la Universidad de California comprobó que realizar un diario de gratitud, una lista de cosas por las cuales sentirse agradecidos incrementa en porcentaje considerado nuestra felicidad y el nivel de satisfacción con la vida en apenas diez semanas. Lo ideal sería que todas las noches, antes de acostarte, escribieras tres razones por las cuales te sientes agradecido/a. Poco a poco comenzarás a mirar la vida con ojos más positivos y cada vez encontrarás más razones para experimentar gratitud.

-Cambia tu narrativa. No se trata de la historia de los acontecimientos de tu vida sino de la narrativa que has construido a su alrededor y del papel que has asumido: héroe o víctima, competente o incompetente…

En vez de colocarte etiquetas generalizadoras que te limiten, céntrate en la situación que te genera malestar. Piensa en lo que no te gusta y en lo que necesitarías cambiar para sentirte satisfecho/a. Cambiar la narrativa que construyes en torno a un acontecimiento te permitirá asumir la realidad desde una perspectiva más positiva y desarrolladora.

Conclusiones

Si nosotros tenemos unas circunstancias, los demás también las tienen. De forma que la suma de “pequeñas circunstancias” a menudo se convierten en factores muy potentes como para condicionar a las personas.

Saber analizar va más allá de observar, supone ver con perspectiva. No es sencillo ver la suma de las partes. En otras ocasiones, una gran circunstancia (como una muerte repentina de un ser querido), puede ser más que suficiente como para que la persona se vea poderosamente afectada. En cualquier caso, si somos capaces de ver esto con antelación, tendremos la ventaja de saber cómo actuar con los demás, cómo ser de ayuda o cómo entender que no podemos hacer más que acompañar en un momento puntual.

Sea individual o colectivo, un buen análisis de la coyuntura siempre será una ventaja de cara a afrontar la realidad. A veces podrá ser dolorosa, pero dicha consciencia, en el fondo, nos ayudará a manejar nuestras acciones y adaptarnos más funcionalmente a la realidad que nos toque vivir en cada etapa de nuestras vidas.

La aceptación implica dejar de identificarnos con determinadas situaciones y, sobre todo, liberarnos de los sentimientos que nos dañan.

Acude a tu psicólogo de confianza.