Altas Capacidades, ¿de qué forma evaluarlas?

Altas Capacidades, ¿de qué forma evaluarlas?

Cuando escuchamos el término «altas capacidades», a menudo pensamos en niños prodigio que destacan en áreas como la música o las matemáticas. No obstante, la realidad es más diversa y complicada. Las altas capacidades no se limitan a un coeficiente intelectual elevado, ni siempre resultan en logros académicos o sociales.

Muchas veces, quienes poseen estas capacidades enfrentan incomprensión, frustración e incluso dolor emocional si no reciben el apoyo necesario.

Buscamos brindar una comprensión clara y compasiva sobre lo que implica tener altas capacidades, cómo reconocerlas y, sobre todo, cómo ayudar a quienes las tienen para que puedan crecer de manera completa y equilibrada.

Puedes contar con nuestro centro de Altas Capacidades, en Madrid. Siempre te atenderá el mismo psicólogo, que te asegura anonimato y confianza.

¿Qué son las altas capacidades?

Las altas capacidades intelectuales representan un conjunto de rasgos cognitivos que permiten a un individuo aprender de forma más rápida, profunda y creativa que la media. Aunque el término se asocia con la infancia, también se utiliza para referirse a la adolescencia y la adultez, aunque a menudo no se identifican.

Generalmente, se considera que tienen altas capacidades aquellas personas que sobresalen significativamente en una o más áreas del conocimiento o en su funcionamiento cognitivo. Esto puede abarcar:

-Superdotación intelectual: CI de 130 o más, junto con creatividad y motivación.

-Talento sencillo o complejo: Habilidades sobresalientes en áreas específicas, como la verbal, la lógico-matemática, la musical, la artística, entre otras.

-Precocidad intelectual: Desarrollo temprano de capacidades cognitivas, que puede mantenerse o no con el tiempo.

Cada persona con altas capacidades es diferente. No existe un único «perfil», y es crucial evitar caer en estereotipos.

Señales comunes de altas capacidades

Aunque cada situación es única, hay algunos signos que pueden hacernos pensar que un niño o adolescente tiene altas capacidades:

-Aprendizaje rápido y con poca necesidad de repetición.

-Alta sensibilidad emocional.

-Uso de un lenguaje avanzado para su edad.

-Intereses profundos en temas complejos o inusuales.

-Imaginación y creatividad desbordantes.

-Tendencia a cuestionar la autoridad o las normas establecidas.

-Sentimientos de diferencia o incomprensión.

-Dificultades para relacionarse con otros debido a diferencias en intereses.

Es esencial recordar que no es necesario que estén todos estos rasgos presentes, y que algunos pueden confundirse con otros trastornos (como TDAH o problemas de estado de ánimo), por lo que es vital llevar a cabo una evaluación adecuada.

¿Cómo se diagnostican?

Para identificar las altas capacidades, se requiere realizar una evaluación psicopedagógica completa, la cual debe ser llevada a cabo por profesionales capacitados. Esta evaluación generalmente incluye:

-Entrevista con la familia.

-Observación directa del niño o la niña.

-Pruebas de inteligencia (CI).

E-valuación de la creatividad.

-Análisis de la motivación y el estilo de aprendizaje.
Es esencial que esta evaluación tenga un enfoque holístico, no solamente restringido al cociente intelectual.Muchos niños talentosos no logran puntuaciones excepcionales en las evaluaciones, pero demuestran un gran potencial en áreas específicas.

Dificultades relacionadas

Contrario a lo que podría pensarse, tener habilidades superiores no asegura el éxito académico ni una buena adaptación emocional o social. De hecho, si no se identifican y apoyan adecuadamente, pueden aparecer varias dificultades:

-Desinterés en el aula: Cuando el ritmo no concuerda con sus necesidades, pueden desconectarse del aprendizaje.

-Sentimientos de frustración: Por no poder explorar sus pasiones o por sentirse fuera de lugar.

-Problemas de autoestima: Si no son comprendidos o reciben etiquetas negativas.

-Exceso de adaptación: Algunos niños «ocultan» sus habilidades para encajar socialmente.

-Perfeccionismo extremo: Que puede provocar bloqueos o temor al error.

Por ello, es crucial comprender que, más allá de un rendimiento académico superior, se trata de una forma diferente de experimentar, sentir y vivir en el mundo.

¿Cómo brindar apoyo desde el hogar y la escuela?

El apoyo a los individuos con habilidades superiores debe fundamentarse en el reconocimiento de su singularidad y en la creación de entornos que favorezcan su desarrollo integral.

Desde el hogar:

-Escuchar y validar sus emociones, sobre todo cuando se sienten diferentes o frustrados.

-Promover sus intereses, aunque sean poco comunes.

-No enfocar toda la atención en el rendimiento académico.

-Establecer límites claros y afectivos.

-Buscar entornos enriquecedores: talleres, libros, actividades extracurriculares.

Desde el ámbito escolar:

-Ajustar los contenidos y el ritmo de aprendizaje (enriquecimiento o aceleración).

-Estimular el pensamiento crítico y creativo.

-Evitar etiquetar o designar como “el más inteligente de la clase”.

-Capacitar a los docentes en la detección y atención a la diversidad.

-Desarrollar también las habilidades emocionales y sociales.

-La colaboración entre familia, escuela y profesionales de la psicología es fundamental para que estos niños y adolescentes se desarrollen de manera equilibrada, motivada y significativa.

El rol del psicólogo

Desde un centro de psicología, el apoyo a personas con altas capacidades puede incluir diferentes áreas:

-Evaluación e identificación de los perfiles cognitivos y emocionales.

-Intervención en casos de ansiedad, baja autoestima o comportamientos problemáticos.

-Orientación a las familias para enfrentar los desafíos cotidianos.

-Trabajo en habilidades sociales y emocionales.

-Consejería para centros educativos.

Asimismo, es crucial ofrecer un espacio donde estas personas puedan expresarse sin juicios, explorar su identidad y aprender a manejar la intensidad con la cual a menudo experimentan el mundo.

Conclusiones

Las altas capacidades no son ni un don ni una carga, sino una forma particular de procesar la información, experimentar sentimientos y relacionarse con el entorno. Cuando se comprenden y apoyan desde el respeto y el conocimiento, pueden convertirse en una gran fuente de desarrollo, creatividad y bienestar.
En nuestra clínica de psicología estamos convencidos de que cada individuo tiene el derecho a ser reconocido y apoyado en su individualidad.

Por ello, si piensas que tú, tu hijo o hija, o un amigo cercano posee habilidades excepcionales, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ofrecerte una mejor comprensión de la situación y para diseñar un plan de desarrollo y ayuda adaptado a tus necesidades.