¿Qué es la Oniomanía?
Denominamos oniomanía a comprar de forma compulsiva, unos de los grandes placeres de la sociedad moderna, a dejarse llevar por adquirir objetos desproporcionadamente, y mucho más allá de nuestras posibilidades económicas.
Por ello, esta acción resulta insostenible y para numerosas familias puede comportar un serio problema generalizado por las consecuencias que trae consigo.
Es una motivación de compra irresistible, de manera continuada, asaltante y que sucede de forma repetitiva. Su efecto se resume como una sensación de placer y al mismo tiempo de malestar.
A día de hoy, la compra compulsiva afecta entre un 1,1% – 5,9% de la población general.
En Ipsia Psicología contamos con psicólogos expertos en el tema que te ayudarán en lo que necesites.
¿Cómo puedo identificar la adicción a las compras, la oniomanía?
La disparidad de las compras compulsivas con otro tipo de adicciones, es que resulta muy complicado identificar el problema cuando empieza, debido a que vivimos en una sociedad de alto consumo en la que todos compramos de todo, calzado, ropa, productos de belleza, ordenadores, móviles…
El problema aparece cuando el hecho de comprar deja de ser algo agradable o necesario y pasa a convertirse en una adicción, donde la persona pierde el control por completo de sus actos.
Es una dependencia que, en un primer momento, pasa desapercibida, tanto para quien la padece como para las personas de su entorno.
La mujer es más compulsiva en sus compras
Una investigación reciente publicada en Global Conference on Business and Finance Proceedings (2015), determina que las mujeres adoptan una actitud más compulsiva en el momento de realizar compras innecesarias, y sienten emociones más intensas en comparación a los hombres.
Emil Kraepelin, psiquiatra alemán, corroboró la misma conclusión, entre el 80% y 92% de los casos analizados se dan en mujeres que rondan los 30 años de edad.
Las mujeres tienden a realizar compras compulsivas en relación a la moda, ropa, zapatos y complementos y los escasos hombres que padecen esta necesidad son más propensos a gastar su dinero en aparatos electrónicos y en nuevas tecnologías.
Vivimos en una sociedad consumista por naturaleza y materialista
Es indudable que el consumismo en época de Navidad aumenta de manera considerable. En el mercado existe una enorme variedad de productos expuestos a la vista del público, siendo objeto de deseo de miles de consumidores que pasan por delante de tiendas rebosantes de artículos.
En cambio, aunque el consumidor medio tiene un contacto visual constante con estos productos, no cuenta con las comodidades financieras necesarias para obtenerlos.
Esto puede originar ansiedad, sensación de fracaso y afectar a nuestra salud mental, además de alimentar la necesidad de lograr objetos y todo tipo de complementos de moda para distinguirse de las demás personas.
¿Cuál es el perfil psicológico de un comprador compulsivo, el que padece oniomanía?
Nos encontramos delante de trastorno psicológico, mental, no de un vicio.
Actualmente, no se describe este comportamiento como un trastorno reconocido, por lo que, quien lo padece es relegado a la categoría de “Trastorno del control de los impulsos no especificados”.
Por regla general, las personas que sufren oniomanía, reúnen criterios de otros trastornos, como los relacionados con el estado de ánimo, el abuso de sustancias, la ansiedad, e incluso también hay estudios que indican un vínculo alto con los desórdenes alimenticios.
Estudios pasados sobre este tema revelan cierta tendencia hereditaria; McElroy y su equipo descubrieron que, de 18 compradores compulsivos, 17 tenían un familiar con trastornos del estado de ánimo, 11 con abuso de sustancias, 3 que presentaban compras compulsivas y otros 3 con trastornos de ansiedad.
Causas de la oniomanía
Existen dos posibles causas que conducen a desarrollar una conducta compulsiva. Por un lado, una de ellas hace referencia a la relación entre realizar una conducta repetitiva que origina satisfacción.
O sea, una persona comienza a tener el comportamiento de comprar de forma repetitiva porque le aporta una fuerte dosis de satisfacción y placer, hasta que se acaba convirtiendo en un hábito que termina en compulsión.
De forma contraria, es posible que ocurra porque la persona no se siente capaz de afrontar algún aspecto de su realidad, o bien no sabe hacer frente a los problemas personales que le atormentan, por lo que busca solucionar sus carencias mediante compras desmesuradas.
En este caso, la conducta compulsiva se debe a una especie de vía de escape emocional.
Las cuatro fases de la compra compulsiva
Estudiamos las fases que rigen toda compra compulsiva:
· Anticipación
Surgen pensamientos, preocupaciones e impulsos en relación a un producto en concreto o sobre el hábito de comprar.
· Preparación
Se comienzan a tomar decisiones sobre dónde se comprará el producto, cómo se realizará el pago, cómo se llegará al comercio o la vía mediante la cual se adquirirá el producto tienda física, online… En algunos casos, se indaga información extra sobre el artículo deseado.
· Compra
Lo viven como una experiencia muy excitante y placentera. Para las personas con oniomanía en el momento de realizar la compra es un momento esperado y les hace sentir fenomenal.
· Gasto y decepción
Una vez hecha la compra y gastado el dinero surge una sensación de desilusión con uno mismo junto con sentimientos de culpabilidad, rencor, ira y el firme propósito de no repetir la conducta.
¿Por qué se compra de manera compulsiva?
Entre las causas más habituales y las que más influyen en esta conducta compulsiva, se encuentran:
- Existe un sentimiento real de soledad o vacío personal. La persona al realizar este hecho está convencida que podrá llenar ese hueco interno, en cambio, lo que ocurre a la compra compulsiva es que el vacío cada vez se hace más grande y fuerte, entrando en un bucle del que es difícil salir.
- La sensación que se experimenta cuando se obtiene un nuevo producto. Las emociones positivas que tienen lugar durante la compra pueden incentivar que la conducta se reitere.
- En época de rebajas, el miedo a perder una buena oferta influye negativamente sobre el comportamiento, incentivando al comprador a comprar lo antes posible.
- El trastorno en sí mismo deriva a realizar estas compras. Se pierde el control y sólo se persigue satisfacer lo que se experimenta como una necesidad vital.
¿Qué ocurre después de las compras?
El comprador compulsivo experimenta fuertes sentimientos de ansiedad y culpa que, pueden llegar a desencadenar en cuadros de depresión como respuesta a la conducta y a los gastos desproporcionados.
Pero estos efectos no se pueden atribuir solamente al hecho de ejecutar compras irracionales, ya que la mayoría de personas que muestran este comportamiento presentan fuertes rasgos compulsivos, que se manifiestan en forma de síntomas conductuales, fisiológicos o cognitivos.
Para poder vencer estas sensaciones de angustia y depresión, la persona puede recurrir a realizar nuevas compras, por lo que el círculo se estrecha cada vez más.
Es esta mecánica de actividades en bucle hace que la compra compulsiva sea algo de lo que resulta muy difícil poderse desenganchar.
Reconocer que se es adicto a algo supone un golpe para nuestras creencias que puede ser explicado mediante la teoría de la disonancia cognitiva: cuanto más compramos, más nos vemos obligados a justificar ese hábito realizando más y más compras.
Así, los compradores compulsivos tienen un margen de maniobra muy estrecho, y la situación empeora porque la falta de dinero es cada vez más evidente, lo cual transforma la oniomanía en un problema en muchos aspectos de la vida.
Tratamientos para la oniomanía
Hay diferentes modos de abordar estos casos. En ocasiones, varios tipos de tratamiento pueden ser empleados de forma simultánea o encadenada.
1. Terapia Cognitivo-Conductual
El tratamiento con terapia cognitivo-conductual comienza por expresar la necesidad de introducir un cambio en la vida de quien sufre la obsesión por las compras.
Resulta de vital importancia descubrir de qué forma se concibe la propia persona a sí misma y de qué manera intenta satisfacer sus necesidades, así como analizar qué tipo de ideas rigen su personalidad para empezar a cambiarlas.
Se han observado grandes y buenos resultados mediante terapias en grupo, donde se comparte la propia experiencia con personas que presentan el mismo problema.
2. Tratamiento farmacológico
En la actualidad, el tratamiento con fármacos (ISRS), usado para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo, ha resultado ser el más eficaz, ya que la premeditación ligada al acto de comprar podría responder al de una obsesión y su conducta física se asocia a la de un ritual compulsivo.
La única y sola diferencia que existe entre un comprador compulsivo y alguien que padece un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la encontramos en que en estos últimos la conducta es totalmente involuntaria desde el comienzo.
Cinco consejos para estar prevenidos ante esta obsesión, la oniomanía
Son aplicables a cualquier etapa del año, pero nos pueden venir muy bien en las semanas navideñas y en épocas de rebajas en que es más fácil que sintamos una mayor necesidad de obtener productos y artículos.
- Intenta evitar las compras de última hora
- Ir a comprar siempre en transporte público
- Anotar en una lista solamente lo que necesitas
- Evitar comprar en momentos de desánimo o euforia
- Preparar un presupuesto semanal
Conclusiones sobre la oniomanía
Concretamos diciendo que una persona es adicta a las compras cuando:
- Posee un deseo intenso e irrefrenable por comprar algo.
- Compra tanto cuando está triste como cuando está contenta.
- Siente emociones muy intensas mientras realiza la compra.
- Siente satisfacción y alivio tras realizar sus compras.
- Compra bienes que no necesita, o sea, compra por comprar.
- Pasado un tiempo de la compra, aquello que compró ya no le interesa.
- Es incapaz de controlar su conducta adictiva.
- Tiene sentimientos de culpa, vacío y arrepentimiento después de haber comprado.
Cuando creas que la situación se ha desbordado, necesitarás la ayuda de un especialista en salud mental.