Adicción a tu pareja ¿Existe dependencia emocional?
La adicción a tu pareja es un estado de dependencia en la que tus intereses se ven afectados por la necesidad impulsiva de estar en bienestar, agradarle o incluir en todo lo que te sucede a tu pareja.
Sin embargo, es importante distinguir cuándo se tiene a dependencia emocional patológica y cuándo no. Las relaciones sanas cuentan con un cierto grado necesidad hacia tu pareja que surge de manera natural que está centrada en emociones positivas como la felicidad.
Cuando la dependencia se torna patológica, el dependiente emocional siente emociones negativas, como miedo al rechazo por parte de su pareja, necesidad imperiosa de obtener su aprobación, inseguridad al manifestar sus emociones por temor a disgustar a su pareja, entre otras cosas.
Si no tienes muy claro qué es la dependencia emocional, te facilitamos la información ya que, a continuación, trataremos de cómo se gana la batalla a la dependencia emocional, de la pareja del D.E. que, a menudo, es una pareja tóxica y de algunas conclusiones que se han extraído de varios estudios recogidos en la bibliografía final.
Riesgos de la adicción a la pareja
En muchas ocasiones, ser adicto a la pareja conlleva en gran medida situaciones negativas que afectan a ambas partes. Algunos de estos riesgos son:
Anteponer los deseos del otro. En este sentido, estamos tan enfrascados en satisfacer a nuestra pareja, que nos olvidamos por completo de nosotros mismo.
Hacer de nuestra felicidad la felicidad del otro. En este caso, se nos hace imposible ver el mundo sin nuestra pareja. Es tanta la necesidad de tenerle cerca, de gustarle, de complacerle en todo que esta llega a ser más importante que nuestra familia, nuestro trabajo o nuestras aspiraciones.
Nos cuesta decirle no. Como queremos complacerle en todo, difícilmente tenemos la capacidad de negarnos a algo, aunque en el fondo no queramos hacerla, pues tememos molestarle.
Sentir que si no están en buenos términos, tu vida será infeliz y/o incompleta. Nos sentimos desgraciados si esa persona no está en el mismo grado de “amor” por ti como tú lo estás.
Volverse controlador. Esta patología alimenta la desconfianza y los celos, pues al querer que todo en torno a la relación sea perfecto, somos incapaces de permitir que algo dañe ese equilibrio.
Dañar la relación. Si tu pareja es una persona promedio, probablemente todo lo mencionado anteriormente más que complacerle, hará que se aleje de ti.
Recomendaciones
Un centro de terapia de pareja, (como Ipsia, en Madrid), es una alternativa a considerar, pues escuchar la opinión de un experto, es necesario. Revisa tu relación. Pregúntate a ti mismo si no estás idealizando tu relación o a tu pareja.
No pretendas que todo sea perfecto, pues la búsqueda de la perfección suele ser tan inestable que termina convirtiéndose en obsesión. Además, las trabas en la relación aumenta la capacidad de solucionar problemas juntos, lo que hará que se conozcan mejor y se acerque aún más.
No temas relacionarte con los demás. No es necesario dejar de lado a los amigos y familiares por la pareja, sino que, es más sano, incluir a esta en la relación con los otros para mejorar la relación.