¿A qué llamamos Fobia Social?
Es normal sentirse nervioso en diferentes situaciones sociales, como tener una cita o dar una presentación, y poder causarnos esa sensación de nervios en el estómago. Pero en el trastorno de ansiedad social, también llamado «fobia social», las interacciones de todos los días originan muchísima ansiedad, inseguridad y vergüenza por miedo al juicio o la opinión de los demás.
En este tipo de trastorno, el miedo y la ansiedad conducen a una contención que puede alterar nuestra vida. El estrés grave puede afectar tus relaciones, la rutina diaria, el trabajo, el instituto u otras actividades.
Este trastorno de ansiedad social puede ser una afección crónica de salud mental, pero aprender la capacidad de afrontarlo en psicoterapia y tomar medicamentos pueden ayudarte a ganar confianza y mejorar tu disposición para interactuar con otras personas.
Consulta con el médico o tu profesional de salud mental si tienes miedo o evitas situaciones sociales normales, porque te causan incomodidad, angustia o pánico.
En Ipsia Psicología, contamos con psicólogos expertos que te ayudarán a superar la ansiedad y la fobia social.
Síntomas
La timidez o incomodidad en ciertas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social, especialmente, en los niños. El nivel de comodidad en las situaciones sociales depende de los rasgos de la personalidad de cada persona y de las experiencias de su vida. Algunas personas son reservadas por naturaleza, y otras, en cambio, son más extrovertidas.
A diferencia del nerviosismo diario, el trastorno de ansiedad social comprende miedo, ansiedad, angustia y evasión, que interfieren con la rutina diaria, el trabajo, la escuela y otros eventos. El trastorno de ansiedad social suele empezar a principios o mediados de la adolescencia, aunque en ocasiones puede empezar en niños más pequeños o en adultos.
¿Qué ocurre cuando una persona tiene fobia social?
Los sentimientos extremos de timidez y contención se trasforman en un poderoso miedo. Por esta razón, la persona se siente incómoda al participar en situaciones sociales todos los días.
La gente con fobia social suele ser capaz de interactuar con su familia y unos pocos amigos muy cercanos. Pero conocer gente nueva, hablar en un grupo o en público pueden hacer que su excesiva timidez se ponga de manifiesto.
En este tema, la timidez excesiva, la inhibición y el miedo a sentir vergüenza interfieren en la vida diaria, porque en vez de disfrutar de las actividades sociales, las personas con fobia social temen este tipo de situaciones y pueden llegar a evitarlas en su totalidad.
Síntomas emocionales y conductuales
Los signos y síntomas del trastorno de ansiedad social, son:
-Miedo a situaciones donde podrías ser juzgado.
-Angustia por sentirte avergonzado o humillado.
-Profundo temor de interactuar o hablar con extraños.
-Miedo a que los demás noten que estás con ansiedad.
-Miedo a tener síntomas físicos que puedan causarte incomodidad, como sudar, sonrojarte, temblar o que te tiemble la voz.
-Dejar de realizar diferentes actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado.
-Evitar situaciones donde puedas ser el centro de atención.
-Tener ansiedad en los momentos previos a enfrentar una situación o actividad que te causa temor.
-Temor intenso o ansiedad durante las situaciones sociales.
-Después de una situación social, analizar e identificar los errores en tus interacciones.
-Esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social.
En el caso de los niños, es muy probable que exterioricen la ansiedad al interactuar con adultos o padres a través de berrinches, llantos, aferrarse a los padres o negarse a hablar en situaciones sociales.
Síntomas físicos
En algunas situaciones, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:
-Enrojecimiento
-Latidos rápidos del corazón
-Temblores
-Sudoración
-Malestar estomacal o náuseas
-Dificultad para respirar
-Mareos o aturdimiento
-Sensación de que tu mente se quedó en blanco
-Tensión muscular
Evitar situaciones sociales comunes
Las experiencias comunes y cotidianas que pueden ser complicadas de soportar cuando padeces un trastorno de ansiedad social son:
-Interactuar con personas desconocidas o extraños
-Asistir a fiestas o reuniones sociales
-Ir al trabajo, a la escuela o al instituto
-Iniciar una conversación
-Hacer contacto visual
-Tener citas
-Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados
-Devolver artículos a una tienda
-Comer frente a los demás
-Utilizar un baño público
Estos síntomas del trastorno de ansiedad social pueden cambiar con el tiempo, se pueden exacerbar ante exigencias o situaciones de estrés. A pesar de que evitar situaciones que produzcan ansiedad puede hacerte sentir mejor a corto plazo, es muy probable que tu ansiedad continúe en el largo plazo si no recibes un tratamiento adecuado.
Causas
Igual que ocurre con muchas otras enfermedades de salud mental, el trastorno de ansiedad social surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales. Entre las causas posibles podemos destacar:
-Atributos hereditarios. Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios. Aunque no está completamente claro hasta qué punto pueden deberse a la genética o a hábitos adquiridos.
-Estructura del cerebro. Una estructura del cerebro llamada «núcleo amigdalino», puede influir en el control de la respuesta ante el miedo. Las personas que tienen un núcleo amigdalino hiperactivo pueden tener una respuesta exacerbada ante el miedo, la cual causa un aumento de la ansiedad en diversas situaciones sociales.
-El entorno. El trastorno de ansiedad social puede ser una conducta adquirida. Algunas personas pueden desarrollar esta afección después de una situación social desagradable o molesta. Aparte, puede existir relación entre el trastorno de ansiedad social y los padres que configuran un comportamiento ansioso en situaciones sociales y que son más controladores o protectores con sus hijos.
Factores de riesgo
Diversos factores pueden elevar el riesgo de desarrollar trastorno de ansiedad social, como:
-Antecedentes familiares. Si tus padres biológicos o hermanos tienen trastorno de ansiedad social, tienes más probabilidades de desarrollarlo.
-Experiencias negativas. Los niños que experimentan burlas, rechazo, ridículo o humillación pueden ser más propensos a desarrollar trastorno de ansiedad social. Además, acontecimientos negativos de la vida, como los conflictos familiares, los traumas o los abusos, pueden estar ligados a este trastorno.
-Carácter. Los niños tímidos, retraídos, introvertidos o reservados al enfrentar situaciones o personas nuevas, pueden tener un mayor riesgo.
-Exigencias sociales o laborales. Los síntomas del trastorno de ansiedad social suelen empezar en la adolescencia, pero conocer a gente nueva, dar un discurso en público o hacer una presentación de trabajo importante puede desencadenar los síntomas por vez primera.
-Tener una apariencia o afección que llame la atención. Como la desfiguración facial, la tartamudez o los temblores debidos a la enfermedad de Parkinson, pueden hacer elevar la sensación de inseguridad y provocar trastorno de ansiedad social en algunas personas.
Complicaciones
Si no se trata debidamente, el trastorno de ansiedad social puede controlar tu vida. La ansiedad puede interferir con el trabajo, la escuela, las relaciones o la capacidad para disfrutar la vida. Puede producir:
-Baja autoestima
-Problemas para ser asertivo
-Diálogo interno negativo
-Hipersensibilidad a las críticas
-Habilidades sociales deficientes
-Aislamiento y relaciones sociales difíciles
-Logros académicos y profesionales deficientes
-Abuso de sustancias, como beber demasiado alcohol
-Suicidio o intentos de suicidio
Otros trastornos de ansiedad y algunos trastornos de salud mental, en concreto el trastorno depresivo mayor y los problemas de abuso de sustancias, suelen acompañar al trastorno de ansiedad social.
Prevención
No hay manera de predecir que una persona padezca un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir la repercusión de los síntomas si eres ansioso:
-Pide ayuda. La ansiedad, al igual que muchas otras afecciones de salud mental, puede ser más complicada de tratar si no buscas ayuda rápidamente.
-Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarte a ti y a tu profesional de salud mental a definir cuál es el motivo del estrés.
-Establece prioridades en tu vida. Puedes reducir la ansiedad si dosificas bien tu tiempo y tu energía. Asegúrate de dedicarle tiempo a hacer cosas que disfrutas.
-Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y de sustancias, e incluso de cafeína o nicotina, puede ayudar a empeorar la ansiedad. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu médico o busca un programa de tratamiento o grupo de apoyo que te sirva.
Conclusiones
Para afrontar la fobia social es necesario tener mucha paciencia, valentía para hacer frente a los miedos, probar cosas nuevas y disposición a practicar. Es necesario el compromiso de seguir adelante, en vez de retirarse cuando apriete la timidez.
Con tiempo y poco a poco, una persona que decide superar su timidez extrema puede aprender a sentirse más cómoda. Cada pequeño paso hacia delante ayuda a aumentar la confianza para tomar el siguiente pequeño paso.
A medida que la timidez y los miedos vayan desapareciendo, la confianza y los pensamientos positivos irán creciendo. La persona pensará menos en lo que podría hacerla sentirse infeliz y más en lo que la podría divertir.