Las prácticas de Mindfulness contra la depresión pueden ayudarte a conectar de nuevo contigo mismo
Considerado una terapia de tercera generación, el uso de mindfulness contra la depresión es cada vez más aceptado. Siendo promovido por el MBSR o Programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness por sus silgas en inglés. Ya bien conocido y ponderado como una alternativa efectiva por muchos terapeutas a nivel mundial.
Sin embargo, desde hace un par de años se ha levantado con gran fuerza un nuevo programa enfocado desde las prácticas de atención plena. Adquiriendo gran popularidad como respuesta a los trastornos derivados del estrés y la ansiedad crónica. Se trata del MBCT o Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness.
Los beneficios de potenciar el enfoque cognitivo con la influencia del mindfulness contra trastornos emocionales crónicos son diversos. Cambiando sistemáticamente la perspectiva y la forma de interpretar la experiencia por parte del paciente.
Esta nueva visión, más consciente y mejor conectada, permite un enfoque centralizado en el momento presente. Mejorando la concentración contundentemente, para así aplacar los pensamientos rumiantes del paciente. Consiguiendo un distanciamiento notable de los pensamientos que resultan innecesarios y perjudiciales. Convirtiendo al individuo en un ser autocompasivo y empático consigo mismo. Además de fomentar la introspección y con ello el autoconocimiento.
¿Recurrir al uso de Mindfulness contra la depresión puede aplacar mi apatía?
Las bases que cimientan las prácticas de la atención plena se centran en la autocompasión. La empatía y la calidez con que nos apreciamos nosotros mismos fecundan un panorama ideal para el desarrollo personal. Esto hace referencia a la forma como increpamos nuestros pensamientos y nuestras emociones, permitiéndoles manifestarse naturalmente sin prejuicios o críticas.
Más allá de significar un flotador psicológico para quienes se atreven a incursionar en las prácticas de mindfulness contra la depresión. Existe toda una variedad de condiciones, patologías y trastornos que hoy día son tratables con las prácticas de atención plena. Entre algunas de ellas se encuentra:
- Problemas y trastornos emocionales
- Estrés postraumático
- Trastornos de ansiedad crónica
- Trastornos ligados a problemas alimenticios
- Trastornos anímicos como la depresión
- Trastorno bipolar
- Trastorno Límite de Personalidad
- Síndrome de abstinencia
- Problemas somáticos como la psoriasis, el dolor crónico y la fibromialgia
En un contexto actual, las prácticas meditativas de atención plena pueden ser consideradas un proceso de reeducación ideal. Ofreciendo una alternativa clara ante una sociedad en la que los principios y valores mercantilistas oprimen al individuo. El dinero, la apariencia y las posesiones materiales reciben más valor que los seres humanos. De tal forma, todo en este entorno tiene un precio. El amor, la dignidad, el honor, el orgullo y las relaciones interpersonales son comercializados, como si se tratase de alguna mercancía. La práctica de mindfulness contra la presión ha dado respuesta a la indignación y el letargo que nubla a muchos. Permitiéndoles reencontrarse consigo mismos, aislando la influencia del exterior y de una sociedad que es el caldo de cultivo perfecto para el desequilibrio emocional.