La aplicación de Mindfulness en el trastorno obsesivo compulsivo puede ser la respuesta que buscas
Las prácticas meditativas han demostrado ser un gran apoyo para quienes enfrentan situaciones de adversidad e inestabilidad. Promoviendo una postura humilde frente a la experiencia que atravesamos, para aceptarla sin apegos ni prejuicios. Como una terapia alternativa, la aplicación de Mindfulness en el trastorno obsesivo compulsivo ha demostrado ser ideal.
El diagnóstico del trastorno obsesivo compulsivo o TOC se realiza dentro del entorno de los trastorno de ansiedad crónicos. Se caracteriza por la constante intrusión de ideas obsesivas que persisten de forma irracional ocasionando inestabilidad emocional. Abordando de esta forma cualquier aspecto de la vida cotidiana del individuo. Y manifestándose de forma agresiva en ámbitos relacionados con la sexualidad, la limpieza, el orden o la religión. Hacer frente al TOC con mindfulness es una alternativa para quienes la ansiedad y el malestar son insostenibles. Suponiendo así una terapia gradual, pero frontal para superar las compulsiones.
Tradicionalmente, el tratamiento contra el TOC se ha basado en quebrar con el círculo vicioso de compulsiones y obsesiones. Mediante terapia conductual se busca que el paciente logre canalizar las emociones que lo hacen reaccionar compulsivamente. Sin embargo, resulta paradójico que el uso de tratamientos convencionales, si bien logra el control de la ansiedad, crea un ciclo vicioso que consigue consolidarla. ¿Cómo es posible esto? Al establecer un control en la ansiedad con el fin de evitar su aumento, no se experimenta su naturaleza real. Lo que sería ideal para aceptar el error de su origen y una vez en tal punto, disminuir gradualmente su efecto. Sino que el alivio que supone tal disminución luego del esfuerzo de control, imposibilita acoplarse al estímulo que origina la obsesión. Generando un circuito de ansiedad perpetua y creciente.
¿En qué consiste el tratamiento con Mindfulness en el trastorno obsesivo compulsivo?
Mindfulness como terapia contra el TOC consigue desarticular su sus mecanismos al fomentar un enfoque pleno en la atención. Concientizando así al paciente de su experiencia propia. Esto significaría entonces le reconocimiento de las obsesiones para internalizarlas como fenómenos pasajeros, aclarando la falsedad de sus mensajes. De esta forma es posible proceder a desinfectarles, comprendiendo la irracionalidad de su origen.
Romper el círculo vicioso que genera el trastorno obsesivo compulsivo puede desencadenar la focalización de alternativas. Opciones con propósitos más claros en la realización personal del paciente con el fin de liberarlos de los rituales compulsivos.
El capricho por control de la situación puede superarse entonces, interpretando mejor las emociones, los pensamientos y las emociones. Comprendiéndolos como eventuales fenómenos pasajeros. Sin dar chance a que sus consecuencias nos afecten y permitiendo su natural disolución.
La práctica de Mindfulness en el trastorno obsesivo compulsivo supone una tangente eficaz, dotando al paciente de un enfoque fresco. Recuerda que la ejecución de terapias de atención plena genera una apreciación de la experiencia presente renovada. Haciendo hincapié en la conexión con el ahora libre de prejuicios sin intentar manipularlo o cambiarlo. De esta forma el panorama evoluciona para el individuo, invitándolo a ser un observador curioso y humilde del proceso.