La adopción es un proceso complejo que involucra consideraciones distintas. La relación entre el niño adoptado y sus padres adoptivos es única y diferente a la relación entre los padres y sus hijos biológicos.
Es difícil predecir cómo un niño se adaptará a su nuevo hogar familiar, por lo que es importante que las familias adoptivas estén preparadas para las diversas consideraciones que tengan relación con el bienestar mental y emocional de los niños adoptados.
Es una medida de protección. Los niños y niñas adoptados, en varias ocasiones, han vivido situaciones muy difíciles en los años de pre-adopción, y estas vivencias pueden derivar en problemas posteriores.
El proceso de adopción es un proceso de muchas modificaciones, los niños y niñas adoptados se incorporan a familias en las que van creando vínculos nuevos, rompiendo en numerosas ocasiones con los vínculos anteriores.
En Ipsia Psicología, contamos con un equipo de psicólogos especializados en problemática de niños adoptados, capaces de brindar soporte y ayuda ante estas dificultades.
Factores que inciden sobre el desarrollo del niño
La edad del menor. Según el estudio realizado por Sánchez-Sandoval y Palacios en 2012, lo que influye en el desarrollo de problemas tras la adopción no es la edad en sí misma, sino la estancia prolongada en centros colectivos antes de ser adoptados. El ser adoptado a una edad temprana conlleva reducir el número de posibles vivencias negativas y como consecuente reducir el riesgo de futuros problemas.
En cambio, los niños adoptados a una edad más tardía tienen sentimientos más negativos hacia la familia adoptiva, ya que que sus recuerdos de vivencias anteriores están más presentes.
Los antecedentes familiares y vivencias del menor. Los niños adoptados en ocasiones cuentan con un pasado duro, y en ocasiones estos antecedentes provocan en el niño unas respuestas inadecuadas, ya sienten amenazados por la nueva familia al presuponer que los padres adoptivos reaccionaran como los biológicos en diferentes situaciones.
¿Con qué problemas podemos encontrar en niños adoptados?
Salud mental y problemática de apego.
Diferentes ensayos de investigación han corroborado que los niños adoptados están en riesgo de sufrir distintas problemáticas en la esfera de la salud mental. Está estimado que entre un 10 a 14% de los niños adoptados en los Estados Unidos entre las edades de 8 y 18 años, son diagnosticados con un trastorno de salud mental cada año.
Tienen casi el doble de probabilidades que los niños nacidos por padres biológicos de sufrir alguno de los trastornos del estado de ánimo, ansiedad o depresión, y también problemática de comportamiento, trastorno negativista desafiante, trastorno de conducta, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno del control de impulsos.
Trastorno del estado de conducta en niños adoptados
Diversos factores contribuyen al riesgo de que un niño adoptado sufra de un trastorno del estado de ánimo o de conducta, como:
-Edad de adopción
-Lugar de nacimiento y crianza inicial del niño
-Condiciones del hogar de acogida y de la familia
-Cuando el niño tiene contacto con sus familiares biológicos
-Historia de la enfermedad mental en familia biológica
Estos factores afectan directamente la capacidad del niño adoptado para vincularse con sus padres adoptivos. Los problemas con el apego son comunes y un factor importante que contribuye al inicio de los problemas de salud mental.
Trastorno de apego reactivo en niños adoptados
Muchos niños adoptados padecen de trastorno de apego reactivo, que es un trastorno en el que el niño manifiesta una elevada inhibición emocional y afectiva hacia sus padres adoptivos, incluso evitando contacto y consuelo en ellos. El niño se siente poco importante y valorado, y no logra desarrollar una vinculación emocional potente con sus padres adoptivos. Las causas del Trastorno de apego reactivo se encuentran en el cuidado, consuelo y atención insuficiente durante los primeros años de vida.
Los niños con Trastorno de apego reactivo tienden a sufrir de:
-Problemas de autoestima
-Depresión
-Ansiedad
-Autolesiones
-Problemas de comportamiento
-Problemas académicos
-Dificultad para construir relaciones afectivas significativas
Debido a la amplia variedad de problemáticas asociadas, en caso de requerir consulta con psiquiatra, se recomienda realizar la consulta a un profesional con amplio conocimiento de la problemática específica en niños y adolescentes adoptados.
Trastorno de apego reactivo
El Trastorno de apego reactivo puede tener un gran impacto en un niño adoptado a medida que va creciendo y llega a la edad adulta. La adolescencia y juventud son momentos críticos de una persona para descubrir la identidad, el propósito, las pasiones y el lugar en el mundo. A medida que el niño adoptado crece, él o ella comienzan a comprender más sobre el mundo circundante. Con ese entendimiento aparecen nuevas preguntas.
Algunas de ellas sobre las que un niño adoptado puede comenzar a pensar son:
¿De dónde provengo?
¿Por qué me dieron en adopción?
¿Cuáles son mis raíces?
¿Encajo bien aquí?
¿Soy querido?
¿Qué sucederá en mi futuro una vez que termine los estudios, y cuando empiece en el mundo adulto?
Estas preguntas sin respuesta pueden producir confusión y estrés en el niño, y de esta forma ocasionar ansiedad, y a veces ira y depresión. Pueden afectar la autoestima y confianza del niño/adolescente. Pueden también ocasionar resentimiento hacia los padres adoptivos o biológicos.
Conclusiones
Existen numerosas tareas diferentes a las que unos padres adoptivos han de exponerse en el proceso de pre-adopción, como la ausencia del periodo preparatorio para la paternidad que se origina durante el embarazo o la ausencia involuntaria de hijos, afectando al equilibrio de la pareja, situaciones que pueden derivar en un estrés que dificulte la adaptación del niño a la familia.
Asimismo, es importante que el colegio y los padres trabajen juntos para facilitar la adaptación del menor tanto al centro como a la familia. A veces son niños que no han iniciado su escolarización en el momento que debían y esto les dificulta el proceso de adaptación.
Cuando cuando los estilos educativos de los padres se asemejan más a los patrones democráticos de los hijos, estos se muestran más cercanos emocionalmente y menos conflictivos.
Destacamos cinco problemas principales que aparecen en niños adoptados: las conductas externalizantes agresivas, miedo al abandono, dificultades de aprendizaje, dificultades en el establecimiento del apego y relaciones con adultos y sus iguales y problemas de adaptación al entorno.
Por otro lado, los problemas de hiperactividad conllevan una gran dificultad para concentrarse y alto nivel de nerviosismo. Los problemas emocionales desencadenan en muchas ocasiones miedo a lo desconocido, llanto fácil, tristeza, angustia y preocupación.
Los problemas de conducta que se dan en niños adoptados conllevan comportamientos desobedientes, siendo niños agresivos y que tienden a echar las culpas de sus actos a los demás. Hemos de estar muy atentos a todos estos síntomas, puesto que nos pueden ayudar a detectar un posible problema en nuestro hijo.
Concluimos diciendo que los niños adoptados presentan mayor número de problemáticas que los niños no adoptados.
Se habla de problemas emocionales, conductuales, hiperactividad y relaciones prosociales como los grupos de problemáticas más comunes que se dan en niños adoptados.
