¿Qué es la Apatía?

Mujer con apatía

¿A qué llamamos apatía?

La apatía es una condición o estado de falta de motivación o de interés por los distintos aspectos de la vida, generalmente ligada a un estado de malestar o desesperanza, pudiendo llegar a la depresión. Hay una indiferencia tanto a nivel cognitivo como afectivo a la mayoría de estímulos, y las ganas de actuar brillan por su ausencia. Para ello puedes contar con nuestro centro de psicólogos especialistas en depresión en Madrid.

Por otra parte, las principales características de este síntoma son el aplanamiento o embotamiento afectivo, la falta de perseverancia y la reducción de pensamientos y conductas autogeneradas.

De esta forma, no solo se pierde la iniciativa en mayor o menor grado, sino que la vinculación de los sucesos con las emociones sucede a un menor nivel. Ello puede producir que la persona reduzca su rendimiento y nivel de esfuerzo de cara a realizar diferentes tipos de conducta, cosa que a su vez retroalimenta la desmotivación del individuo. Cuando la apatía se da a un grado máximo en el que no nos deja actuar con normalidad, dificultando tomar decisiones o imposibilitando el empezar o continuar la realización de tareas, se denomina abulia.

La apatía puede encontrarse de forma primaria como síndrome sin que exista necesariamente un trastorno ligado. Pero, por norma general, es considerado un síntoma indicativo de otros trastornos tanto mentales como físicos.

Causas de la apatía

La apatía puede tener una gran cantidad de distintas causas, tanto biológicas como ambientales.

Causas biológicas

A nivel cerebral, existe una correlación entre la presencia de apatía y alteraciones de la conexión entre lóbulo frontal y ganglios basales, cosa que explica la dificultad a la hora conectar emoción y pensamiento, así como la reducción en la iniciativa conductual. Otra asociación destacable con la apatía se da en la presencia de lesiones en el prefrontal dorsolateral y las áreas asociativas. Estas lesiones pueden explicar la aparición de apatía en diversos trastornos tanto físicos como psíquicos, como las demencias.

Otra posible causa puede encontrarse en el consumo de sustancias adictivas, las cuales al modificar la transmisión de neurotransmisores puede alterar el funcionamiento habitual del cerebro. El consumo de cannabis puede llegar a producir el conocido como síndrome amotivacional, caracterizado por la presencia de apatía, reducción de la memoria, y reducción del impulso y la actividad autodirigida. Algo semejante ocurre con los antipsicóticos típicos, que al reducir la actividad dopaminérgica de todo el cerebro provocan que no circule suficiente dopamina por la vía mesocortical, algo que puede producir el aumento o generación de síntomas negativos como la apatía.

Causas ambientales

A nivel ambiental, la apatía se ha encontrado en personas sometidas a un estrés muy constante o ante la exposición a estimulación aversiva. La ausencia de un reforzamiento positivo suficiente también puede terminar por generar el deterioro en la capacidad de interesarse por el medio. La existencia de actitudes de indefensión y de esquemas de pensamiento depresógeno, con una visión negativa del sí mismo, también contribuye al desgaste del estado de ánimo y la motivación de la persona, provocando apatía e incluso abulia.

Otro elemento asociado a la apatía es la tendencia a generarse metas difícilmente alcanzables, que exceden la propia capacidad para llevarlas a cabo y que suelen llevar a la frustración.

Diversos trastornos vinculados

La apatía es un síntoma muy frecuente de distintos trastornos tanto orgánicos como psicológicos. Vamos a ver algunos:

-Depresión

Uno de los trastornos en los que con más frecuencia puede verse la abulia es la depresión, en la que se presentan diferentes sesgos cognitivos que hacen a la persona ver el mundo, su propio futuro y a sí mismos de una manera hostil y negativa. La desesperación y malestar generados pueden conllevar sentimientos de apatía, siendo de hecho uno de los síntomas comunes que pueden ayudar a realizar el diagnóstico.

-Demencia

En este tipo de trastornos la apatía tiene una etiología orgánica, siendo producida por la degeneración de las estructuras cerebrales o vías anteriormente mencionadas.

-Ansiedad, estrés y vivencias negativas o traumáticas

El desgaste originado por la vivencia continuada de un estado de tensión puede generar la presencia de apatía, sea ésta vinculada o bien a un aspecto concreto de la realidad o bien a nivel general. Situaciones de las que no podemos escapar y que generan desesperanza y sensación de falta de control suelen generar cierto estado apático si se mantienen durante mucho tiempo.

-Anemias

La ausencia en el organismo de diferentes nutrientes como vitaminas o glucosa puede generar alteraciones cognitivas y conductuales, incluyendo la apatía. Dicha anemia puede provenir de una mala alimentación o de alteraciones metabólicas.

-Infecciones y enfermedades graves

Distintas infecciones y enfermedades pueden originar estados de apatía en las personas que las sufren, tanto por causas orgánicas como la degeneración de estructuras cerebrales como por el hecho de que padecerlas puede suponer un duro golpe a nivel psicológico que acaba generando apatía. Ejemplos de ello son el cáncer o la infección por VIH.

Tratamiento

La apatía es un síntoma cuyo tratamiento dependerá en gran medida de los aspectos o trastornos que lo causen. Pero a nivel general se pueden establecer diferentes tácticas:

Terapia psicológica

En terapia, la persona apática se beneficiará por norma general de aquellas estrategias que le ayuden a generarse objetivos plausibles y que sean realizables, al principio con cierta facilidad y con el tiempo requiriendo progresivamente algo más de esfuerzo. La reestructuración cognitiva también puede ser efectiva de cara a cambiar las posibles creencias disfuncionales que puedan estar afectando a la visión del individuo respecto al mundo y respecto a sí mismo. En general, aumentar la autoestima y la realización de tareas agradables también resulta de gran beneficio.

Cambios en el estilo de vida

Dado que el estrés y las vivencias negativas pueden ser otras de las causas de la apatía, la gestión del tiempo también resulta primordial. Es por esto que se hace necesario contribuir a realizarse horarios concretos que dejen lugar a espacios de relajación, así como la realización de diferentes ejercicios y técnicas que la faciliten.

Un estilo de vida saludable resulta de gran ayuda a la hora de mejorar la sintomatología. El control de la alimentación puede permitir suplir distintos déficits que pueden ayudar a generar la apatía. El ejercicio físico es conocido por ayudar a generar endorfinas de manera que su realización puede resultar útil tanto en este aspecto como a la hora de rebajar el nivel de ansiedad y frustración que pueden hallarse detrás de algunos casos.

Aparte de esto, el apoyo social y el reforzamiento de la iniciativa por parte de otros supone una gran ayuda de cara a superar estados de apatía, sobre todo ante trastornos como la depresión. El uso de sustancias psicoactivas, especialmente de tipo depresor, puede tener efectos perjudiciales y ayudar a mantener e incluso generar la apatía. De este modo se debe reducir y controlar el consumo de este tipo de sustancias.

Psicofármacos

A nivel farmacológico pueden ser de gran utilidad la utilización de diferentes fármacos ansiolíticos o antidepresivos, como los ISRS. También resultan efectivos otros fármacos que ayudan a mejorar la circulación de neurotransmisores como noradrenalina y dopamina. Todo ello siempre y cuando sea recetado por un médico. Nuestro artículo «Depresión, o trastorno depresivo mayor«puede ayudarte con el problema.

Conclusiones

Dicen de la apatía que es como una maldición, que cuando te atrapa ya no te suelta y entonces emborrona la vida, apaga las ganas y hasta los sentimientos. Es un estado de ánimo donde la desmotivación colapsa la mente, donde desaparecen las ilusiones y hasta el cuerpo duele. Nos faltan la energía y las ganas, somos como prisioneros de un embotamiento físico y mental absoluto.

La mayoría de nosotros hemos experimentado en más de una ocasión este estado del ánimo. Cabe decir que la apatía es una dimensión conformada en realidad por varias áreas, porque su impacto llega a casi cualquier fragmento de nuestro ser. Es desmotivación, cansancio, desilusión, tristeza…

Estos procesos psíquicos, emocionales y físicos se viven a menudo como una de las situaciones más desagradables que podemos experimentar en la vida. Nadie debería quedar atrapado en esta situación más de lo necesario, por ello, conocer las causas y el modo de gestionar la apatía nos puede ser de gran utilidad.

La mayoría de nosotros hemos estado en algún momento de nuestra vida desmotivados, sin ganas ni ilusión de hacer nada a pesar de tener que hacerlo. A pesar de que sí actuamos y llevamos a cabo lo que tengamos que hacer, lo hacemos con un muy poco nivel de motivación ni interés, como si fuésemos robots.

Esta clase de experiencias de la rutina del día a día son ejemplos de uno de los sentimientos más desagradables: la apatía.

Si se intensifica mucho, la ausencia de motivación puede originar problemas físicos y psicológicos.