¿Qué es el Single baiting? Resulta difícil definir qué es y qué no es una infidelidad. Está claro que cuando hay un beso o algo más, se está cometiendo una deslealtad hacia la pareja. Pero, tener pensamientos sexuales con otras personas sin que se lleguen a producir, ¿es infidelidad? Para algunas personas sí, y para otras no. Para ello, puedes contar con nuestro centro de psicólogos especialistas en Terapia de pareja, en Madrid.

No es necesario que tengas relaciones sexuales para hablar de hacer trampa. Hacer trampa también puede ser emocional y puede ser igualmente letal para una relación. Entre las prácticas tóxicas que coquetean con la infidelidad, la más común es el «single-baiting» o «l’appâtage des Singles» en francés.

Lo que significa una falta muy grave a la confianza es ligar o dejarse ligar por otras personas mientras se está en una relación actualmente. Aparte de esto, es un doble engaño, ya que la persona que se está conociendo cree que el infiel, en realidad está soltero, pues en ningún momento ha comentado que tiene pareja. Esta técnica de ligue se llama single baiting.

Una técnica de coqueteo que consiste en ocultar que estamos actualmente en una relación para coquetear o dejarnos seducir por otros. La terapeuta sexual y de parejas Ness Cooper, dice que algunas personas se involucran en cebos personales porque descubren que su relación actual está ausente de la motivación y el impulso para seguir adelante. Un juego de seducción que, en cambio, puede resultar bastante arriesgado, porque a menudo no funciona muy bien y la persona se encuentra en una posición más delicada que antes.

¿Si flirteamos es hacer trampa?

El solo hecho es sobre todo una forma de elevar su autoestima asegurándose de que aún puede seducir. Pero según Ness Cooper, es fundamentalmente una señal de que algo anda mal en su relación. ¿Por qué estarías tentado a coquetear, si estás perfectamente satisfecho con tu otra mitad?: Independientemente de cómo una persona termine en esta situación, puede estar influenciado en gran medida por algo que no está funcionando del todo en su relación actual, y en determinadas ocasiones será debido a ambos miembros de la pareja, que invita a los interesados a examinar más de cerca su relación. Abrir el diálogo y comunicar es quizás una forma de evitar “equivocarse” y lastimar a tu pareja que no habrá pedido nada.

El doble engaño termina en tragedia

Se puede llegar a esta situación cuando una relación no funciona. Judith López, psicóloga experta en parejas, dice que una pareja tiene que tener diversión, entretenimiento, entre otras cosas. Si dos personas que están juntas no se lo pasan bien, hay aburrimiento y rutina, es probable que se acabe buscando llenar estas carencias con otra persona.

A partir de aquí, es probable que el infiel, tarde o temprano, acabe contra la espada y la pared: Llega un momento en el que este juego acaba explotando. Una de los partes se acaba enterando, o bien porque ven que hay comportamientos en la relación que son compatibles con la infidelidad, o porque hay una falta de compromiso para comenzar una relación.

Por consiguiente, el single baiting, puede acabar originando mucho sufrimiento con dos principales víctimas. Por un lado, está la pareja, que ha descubierto que ha sido engañada durante semanas o quizá meses. Puede perdonar o no, pero es seguro que la confianza se habrá terminado, lo que es una estocada de muerte. Y, por otro lado, la persona soltera que tenía intenciones de comenzar una relación se entera de que su pareja ha estado jugando con ella. Nuestro artículo, “Infidelidad”, puede ayudarte.

Judith López considera que este tipo de comportamientos no deberían existir en una relación sana y con proyectos en común. En este sentido, recomienda hacer una profunda introspección a todos aquellos que propicien el single baiting. Solamente con un análisis sincero podrán saber a qué se debe este tipo de deslealtad y actuar en consecuencia para, en la medida de lo posible, no herir los sentimientos de nadie.

Conclusiones

Por norma general, este tipo de artimañas son un divertimento que no llegan absolutamente a nada. Básicamente, esta estrategia tan deshonesta consiste en que alguien coquetea con otras personas ocultando deliberadamente que tiene pareja en la actualidad. Los infieles juegan y llevan la situación hasta donde pueden, disfrutando de la atracción que generan en una tercera persona. Les gusta gustar y no tienen en cuenta, o no quieren dársela, que están haciendo daño a dos personas.

Este juego de seducción, como cuenta López, suele tener un final dramático, porque el infiel realmente no quiere una relación, sino tener una vía de escape de su realidad. La psicóloga avisa que el infiel va «tensando la cuerda» y llega hasta donde puede, bien habiendo sexo o sin él, mientras que la otra persona va generando sentimientos que no son recíprocos. Y, por si fuera poco, la pareja siempre acaba detectando que algo va mal, que no funciona, que hay más distancia y que tiene conductas sospechosas.