La Tanorexia: ¿Qué es?
La tanorexia es una condición mental en que las personas que la padecen sienten siempre que están demasiado pálidas, por lo que son obsesivas con su bronceado. Estos individuos se someten a largas y extenuantes horas bajo la exposición del Sol porque se sienten permanentemente demasiado opacos.
Esta enfermedad repercute en las personas que se mantienen constantemente preocupadas por su apariencia, de modo que se tienden a la luz solar hasta terminar por deteriorar su cuerpo en busca del bronceado perfecto (cosa que no encuentran porque se mantienen inconformes).
En estos casos, parece que cualquier intento es fallido si se trata de oscurecer su tez. Además, visitan establecimientos de bronceado artificial, donde suelen ser clientes frecuentes.
La tanorexia se trata de un término que aún no ha sido avalado por la comunidad médica, pero que sin duda hace parte de una realidad social que afecta a miles.
Esta se enmarca entre los desórdenes dismórficos corporales, como la anorexia, la vigorexia e incluso la más reciente llamada ortorexia (obsesión por productos saludables). Y así, estas personas buscan satisfacer su carencia emocional mediante el bronceado.
Pero en muchas ocasiones logran deteriorar su cuerpo a puntos que han llegado a arrugarse, mancharse y hasta contraer cáncer como consecuencia de las exhaustivas jornadas expuestas a rayos UVA.
La tanorexia: una obsesión
Este tipo de adicción al bronceado en realidad demuestra un esquema obsesivo compulsivo en la psique del implicado bajo un requisito social.
Según expertos en el tema, este hecho es sencillo de comprobar: cuando una persona retorna a su trabajo de las vacaciones, y no lleva bronceado, le preguntan ¿entonces qué ha hecho? Es así: la piel tostada se traduce en ocio, placer, bienestar y hasta atractivo físico.
Sin duda, esta patología es una creación social del siglo XXI. Se ajusta a requerimientos socioculturales que estratifican a las mujeres que se ven muy delgadas y con la piel en tonos cobrizos. Esta imagen, a veces muy lejana de la realidad, es lo que se conoce como ‘saludable’.
A pesar que se adjudique a un tema de vanidad femenina, lo cierto es que afecta a hombres y mujeres por igual. La evidencia indica que las edades comprendidas entre los 20 y 40 años son más propensas a sufrir del trastorno. Aunque también se ha visto en personas que por mucho superan este rango de edades.
Pero ¿cómo establecer una diferenciación entre quienes disfrutan del bronceado y quienes lo padecen? ¡Sencillo! Los tanoréxicos nunca están conformes con él, siempre se sienten blanquecinos y fervientemente creen que aún pueden y deben asolearse más.
Además, en su apuro por lograr su cometido, se someten a sesiones en camas solares. Esta conducta, sin duda, es nociva y se vuelve perjudicial en mayor grado para quien la padece. En casos como estos, acudir a profesionales de la psicología es crucial.
Los Psicólogos en Madrid, de Ipsia, han atendido casos obsesivos similares, logrando satisfactorios resultados.
Ya en el año 1999 se determinó que recurrir constantemente a estos establecimientos de bronceado artificial son una causa prominente del cáncer de piel, pero esto no preocupa a ningún tanoréxico mientras sienta que pueda verse algo (aunque poco) más moreno.