La terapia de pareja sirve de ayuda para muchos problemas de pareja que aparecen, en la mayoría de los casos, durante las vacaciones de verano. Las vacaciones son un elemento que repercute de forma muy positiva en el bienestar emocional y en la salud mental de las personas, especialmente de aquellas que se mantienen activas laboral o académicamente durante todo el año.
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Pero el periodo vacacional no está libre de ciertos riesgos, problemas potenciales que pueden surgir si se dan las circunstancias adecuadas y que se apoya en ese cambio de rutinas y de lugares que atrae hacia nuestro día a día el hecho de estar de descanso. Es recomendable conocerlos de antemano para detectarlos rápidamente y no dejar que obstaculicen nuestras relaciones afectivas durante esos días de desconexión del trabajo.
Nuestro artículo “Ansiedad en vacaciones. ¿Cómo disfrutarlas?”, puede ayudarte.
¿Cómo influyen las vacaciones en las relaciones familiares y de pareja?
Pasar gran parte del día compartiendo espacios, actividades y tiempo libre todo el tiempo a veces favorece que surja una crisis en las relaciones de pareja, y estas pueden incluso terminar en separación. Algo similar ocurre con las relaciones en el ámbito de la familia, que pueden dar lugar a discusiones y a conflictos que terminan enquistándose y generando rencor, actitudes a la defensiva, etc.
El elemento que altera la convivencia y el vínculo emocional no es tanto el hecho de pasar mucho tiempo juntos, sino la transición brusca entre una etapa de la vida en la que cada uno dispone de bastantes horas para estar a solas o con otra gente, a otra en la que se está con par pareja o con los familiares de manera casi constante. Se trata de un cambio al que cada persona debe adaptarse de manera más o menos rápida para que no surjan problemas.
Pero también no todo son desventajas; las vacaciones da la oportunidad de estrechar vínculos y de consolidar relaciones amorosas y afectivas.
Efectos negativos
Estos son algunos elementos de riesgo que, desde las vacaciones, pueden desencadenar conflictos en las relaciones familiares y de pareja.
-Mala gestión de las actividades conjuntas
Las diferencias de gustos, de prioridades y de expectativas hacen que decidir qué hacer juntos pueda dar lugar a discusiones y a situaciones en las que se percibe que hay un “ganador” y un “perdedor” claros.
-Diferentes niveles de búsqueda de autonomía y soledad
Las vacaciones en pareja son tiempo para compartir, pero también para desconectar, y compaginar esos tiempos a veces crea conflictos. Algunas personas quieren aprovechar el periodo vacacional para estar con sus seres queridos, otras buscan justamente lo contrario para intentar descansar todo lo posible y centrarse en sus aficiones e intereses, y entre estas dos posiciones hay una amplia escala de grises.
-Problemas de celos
Si en una relación de pareja ya existían problemas de celos, es habitual que estos se agudicen durante las vacaciones, ya que hay más contextos de ocio, y una mayor exposición a lugares nuevos en los que hay gente nueva.
-Mal humor por un horario de sueño alterado
Muchas personas tienen problemas para descansar adecuadamente durante las vacaciones, entre otras cosas porque sus biorritmos se ven alterados.
Cuando esto ocurre, es mucho más probable que se sientan irritables, con poca paciencia y con facilidad para sufrir estrés, especialmente si se frustran por no poder disfrutar plenamente de unas vacaciones.
-Frustración por la necesidad de cuidar de los hijos
Es muy recuente que los padres y madres con hijos se sientan mal por no disponer de esas horas del día en las que el pequeño o la pequeña están en la escuela.
Si a esto le añadimos la presión social por tener las mejores vacaciones posibles y la necesidad de negociar nuevas labores de crianza y cuidado de los hijos, no sorprende que puedan surgir fácilmente el enfado y las discusiones.
Efectos positivos
Por otro lado, estos son varios efectos a través de los cuales las vacaciones pueden reforzar las relaciones en la pareja:
-Posibilidad de aportar más elementos de disfrute a los viajes si se hace en familia o en pareja, al crear anécdotas que pueden ser recordadas de forma conjunta.
-Oportunidad de replantear y mejorar cualitativamente la vida en pareja o en familia: arreglar un jardín, ir a conocer familiares lejanos, etc.
-Oportunidad de descubrir nuevas facetas, talentos y aficiones de una persona querida.
-Oportunidad de mejorar las habilidades de comunicación y de apoyo a los demás, gracias a las situaciones que lo exigen.
-Buenas estrategias de comunicación y resolución y conflictos, y resiliencia.
Conclusiones
Las vacaciones aportan beneficios psicológicos de las relaciones sociales. Ayuda a reducir el estrés. Las interacciones sociales positivas liberan hormonas como la oxitocina, que está asociada con la reducción del estrés y la ansiedad. Compartir experiencias y emociones con otros puede tener un efecto calmante y relajante.
Los problemas de pareja durante las vacaciones pueden estar influenciados por una combinación de factores que van desde la gestión de las expectativas, el nivel de estrés acumulado, las tensiones no resueltas en la relación, hasta la presión externa y las comparaciones sociales. Es importante que las parejas sean conscientes de estos factores para poder disfrutar de este periodo de descanso de manera más plena y satisfactoria.
Consulta con tu profesional de la salud mental.