¿Es efectivo acudir al psicólogo en búsqueda de terapia de pareja? En Madrid es una práctica cada vez más común
La terapia en pareja es una herramienta usada cada vez por más personas en un intento por mejorar, o incluso en ocasiones, salvar su relación. Entendemos que la convivencia es algo sumamente complejo y la aparición de conflictos entre partes es algo inevitable. Conforme el tiempo avanza, suceden cambios individuales en cada integrante de la relación que los afectan a ambos. Estos cambios personales o contextuales pueden suponer un enorme desgaste que afecta la convivencia y la hace más difícil.
Algo que deben comprender los individuos es qué los cambios son inevitables y necesitan hacerse de los recursos para manejar cada situación. Cuándo carecemos de recursos o no sabemos utilizarlos, los problemas surgen y generan tensión dentro de la relación. Las parejas enfrentan un desgaste lento que suponen superar por sus propios medios, pero cuándo esos medios fracasan, un círculo vicioso de insatisfacción se manifiesta. Existen muchas ocasiones en las que las parejas pueden manejar eficazmente sus problemas. Sin embargo, en aquellos casos en los que la situación es incontrolable, la terapia de pareja se muestra como opción.
El paso necesario para tomar terapia no es fácil de dar. En muchos casos vemos como las parejas se resisten a tomar la decisión; aun cuando reconocen su problema. No saber de qué se trata la terapia en pareja suele ser el mayor combustible del escepticismo que expresan muchas personas. Habitualmente un suceso negativo reciente los impulsa a tomar la decisión de buscar ayuda con un psicólogo. Sin embargo, el desconocimiento sobre “qué es” la terapia los retrae.
¿Qué hacer si alguien en la pareja se niega a la terapia?
Una vez tomada la decisión de asistir con un psicólogo y solicitada la correspondiente cita, ambos integrantes de la pareja deben asistir a una primera sesión. En algunos casos y por varios motivos, asiste solo un integrante de la pareja. Es importante aclarar que, si alguno de los dos no quieres asistir a terapia, obligarle no es posible. Para que la terapia tome una dirección positiva y en su desarrollo ofrezca herramientas beneficiosas para la pareja, la voluntad de ambos es imprescindible. Si alguno de los dos se resiste a la terapia, puede ofrecérsele una visita solo para recibir información para darle la oportunidad de tomar posteriormente la decisión de asistir o no, sin presión.
Si es tu caso y tu pareja no quiere asistir a las sesiones, es útil intentar conocer la razón por la que el otro se niega a ir. De esta forma el especialista podrá evaluar la posibilidad de que el oro acuda. Si de ninguna manera es posible la asistencia de alguno de los involucrados, esa decisión debe ser respetada. El hecho de que alguno de los dos no quiera participar de la terapia, no significa que no quiera resolver los problemas. Puede que simplemente no quiera hacer uso de este recurso por algún motivo personal relevante.