Trastornos somatomorfos, ¿padeces alguno?
Los trastornos somatomorfos se constituyen como padecimientos mentales que generan sintomatologías en el cuerpo. Pueden incluir dolor. Estos síntomas se pueden seguir hasta dar con alguna causa física. Pero no son consecuencia del uso de sustancias ni de otra enfermedad psicológica.
Los individuos que sufren estos trastornos no pretenden que sienten sus augurios. Son tormentos que se pueden medir en escalas, totalmente reales y veraces.
Estos sufrimientos afectan de manera considerable el desarrollo cotidiano y el desenvolvimiento normal de aquellas personas que los poseen.
El personal médico y profesional requiere llevar a cabo una serie de pruebas y evaluaciones mentales. Antes de diagnosticar algún trastorno somatomorfo, es imprescindible descartar cualquier otra posible causa que ocasione su aflicción.
La diagnosis de cualquier de los diferentes tipos de estos trastornos somatomorfos va a generar gran cargar de estrés y desilusión en los pacientes, dado que supone una jornada exhaustiva de exámenes, apreciaciones y juicios. Generalmente hay que atravesar una etapa de naufragio mientras que se descartan todas las otras posibles enfermedades.
Solo cuando no hay explicación para los síntomas se habla de un trastorno somatomorfo. La persona sentirá insatisfacción y desengaño cuando los profesionales de la salud no puedan expresar una razón lógica para su padecimiento.
De tal manera, es posible que se cree un círculo vicioso respecto al estrés y la preocupación por la propia salud. Hay casos en que este proceso dura años desarrollándose hasta que el paciente empieza a encontrar algún resquicio de alivio.
Sin embargo, los síntomas, la exposición a ellos, su riesgo y la gravedad de cada uno cambia a depender del tipo de trastorno somatomorfo. Existen un par de ellos, que son la hipocondría y el trastorno dismórfico corporal.
Hipocondría
Es una enfermedad mental en que el individuo crea una conducta obsesiva con la idea o el miedo permanente de que está constantemente enfermo. Puede tratarse de una sola enfermedad grave o de carácter mortal. Así como puede sufrir diferentes tipos de enfermedades paralelas o periódicas.
Dichas enfermedades no se han diagnosticado aún, es decir, que cree que tiene un padecimiento nuevo y desconocido, por lo que no son capaces sus médicos de esclarecer su dolor; o siente que sus doctores son negligentes y no poseen el conocimiento suficiente para diagnosticarle, algo que supuestamente el mismo paciente ya ha hecho.
Hay hipocondríacos que se obsesionan con la salud y empiezan a estudiarla de manera empírica, lo que suele volverlos más ansiosos respecto a su supuesto constante estado de deterioro.
Trastorno dismórfico corporal
Esta es una enfermedad psicológica crónica en que el paciente se obsesiona de manera degenerativa con su apariencia. Siempre encontrará defectos en la forma en que luce, bien sea leve o grave, pero nunca se encuentra conforme con los rasgos de su cuerpo. Para el individuo, estas imperfecciones pueden ser tan pronunciadas que tienen pavor a mostrarse en público y no quiere ser visto ni siquiera por sus seres cercanos.
Estos trastornos se tratan con sesiones intensivas de terapia individual, grupal y atención especializada para la construcción de autoestima, como las que llevan a cabo los Psicólogos en Madrid, de Ipsia.