Tratamiento de Fobias. Fobia a volar

Tratamiento de Fobias. Fobia a volar

La fobia a volar es un miedo irracional a realizar un desplazamiento mediante avión, ya que este miedo no siempre implica el pensamiento de que el avión vaya a caer o haya un accidente mortal.

En ocasiones esta fobia forma parte de otro tipo de fobias y se presentan conjuntamente, como la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), agorafobia (miedo a los espacios o situaciones de las cuales es difícil escapar o pedir ayuda), o miedo a las alturas (acrofobia).

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A pesar de la ansiedad que puede producir viajar en avión, en algunos casos es inevitable, ya sea por trabajo o por un compromiso ineludible que obliga a recorrer distancias importantes. Por ello, existen estrategias y habilidades que pueden ayudar a las personas a controlar su miedo, permitiéndoles pasar el momento con mayor tranquilidad y confianza.

Nuestro artículo: “Aerofobia, ¿qué es?”, puede ayudarte.

¿De qué manera se manifiesta?

Por regla general, el miedo o la ansiedad empiezan mucho antes de subirse al avión, según la persona esa anticipación puede durar días, semanas o meses. Probablemente desde el momento que se compra el billete. Conforme se acerca el momento del vuelo, la ansiedad va en aumento. En algunos casos la persona no se siente con fuerzas de subir al avión o evita viajar en este medio de transporte.

Se suele presentar de tres formas:

-Componente cognitivo: se refiere a los pensamientos y puede traducirse en pensamientos anticipatorios catastrofistas, aceleración del pensamiento, hipervigilancia a cualquier tipo de ruido extraño, etc.

-Componente conductual:se refiere a todo aquello que hace o evita la persona afectada para sentirse más segura, como mirar si es posible ir con otro medio de transporte y evitar la situación, ser el primero o el último en subir al avión, etc.

-Componente fisiológico:todo aquello relativo los síntomas físicos que son múltiples y personalizados a cada individuo. Como ejemplos la sudoración, taquicardias, temblores, mareo, hiperventilación, dolores digestivos…

¿Por qué ocurre esto?

Los motivos pueden ser diversos. Puede haber un suceso traumático previo, puede haberse aprendido de alguien cercano o que sea un mensaje que se nos ha inculcado frecuentemente desde pequeños.

Siempre hay que entender por qué se produce ese miedo, cuál es el miedo que tiene realmente esa persona de ir en avión, ya que los motivos de su miedo pueden ser muy diversos y de eso también dependerá mucho el tipo de tratamiento y la eficacia del mismo.

En personas con una base de personalidad determinada puede ser más frecuente, así como mantener un pensamiento pesimista o catastrofista a niveles más generales.

¿Cómo se puede ayudar a alguien que tiene miedo a volar?

-No enfadarte ni reprochar a la persona que lo está sufriendo.

-Intentar ofrecer mensajes tranquilizadores, aunque en momento de pánico no funcione.

-Ayudarle a conocer cómo funciona el avión, y avisar de qué ruidos o sensaciones notará.

-Intentar que se distraiga durante el vuelo con alguna película o pidiéndole que hable de algún tema.

-Realizar ejercicios de respiración para ir bajando la ansiedad fisiológica.

-Animar a la persona a que pida ayuda psicológica concreta.

Tratamiento

El miedo a volar como cualquier otra fobia, se debe tratar con ayuda psicológica y a veces acompañarlo de tratamiento psiquiátrico, como en los casos más complicados o en los que la persona necesite viajar frecuentemente por trabajo, etc.

A nivel psicológico las fobias se trabajan con exposición gradual progresiva, al mismo tiempo que se trabaja con los pensamientos catastrofistas haciendo una reestructuración de los mismos.

La realidad virtual también ha resultado muy eficiente en este tipo de fobias.

Las técnicas de relajación

Para afrontar la aerofobia contamos con los llamados “ejercicios de afrontamiento. Se trata de técnicas de respiración, relajación, control de pensamientos y escritura, una buena estrategia para calmar el miedo y distraerse.También se puede considerar la medicación. A veces, hay que reorganizar mediante un profesional la medicación que las personas toman incorrectamente porque se automedican. En algunos casos, es necesario tomar moduladores de la serotonina, que se usan para trastornos de ansiedad.

El miedo a volar se construye a partir de alguna mala experiencia en un vuelo o películas sobre accidentes, documentales y una serie de vivencias y datos que la persona haya recibido o replicado. También puede provenir de una familia aprensiva, donde los padres tengan miedo o se lo hayan transmitido a la persona desde su infancia.

Dependiendo de cuánto tiempo haya tenido el miedo, es más o menos fácil de superar. Si es reciente, es más fácil de tratar que si la persona ha pasado décadas sin volar por temor” completó el especialista. El estrés y las situaciones de duelo, por ejemplo, pueden hacer a una persona más vulnerable a tener miedo a volar. Cuando alguien está atravesando un duelo, es más susceptible a adquirir miedos. Esta es la forma en que se construye el miedo.

Debemos aprender técnicas de relajación, como por ejemplo, llevar la atención a la respiración, la meditación o el yoga, ya que ayudarán a la persona a controlar la ansiedad antes y durante el vuelo, permitiendo que los pensamientos de miedo e incertidumbre no lo perturben; y exponerse gradualmente, algo que implica enfrentar los miedos de manera progresiva: comenzando con visitar el aeropuerto o ver videos del proceso de despegue y aterrizaje de un avión. Después, se puede ir avanzando hacia vuelos cortos y gradualmente aumentar la distancia y la duración de los vuelos.

Conclusiones

La aerofobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso y persistente a viajar en avión.

Esta condición afecta a los viajeros y desgasta su sueño de conocer el mundo.

Para muchas personas, surcar los cielos en un avión es una experiencia que despierta emoción y entusiasmo. La idea de volar de un lugar a otro, observando desde las alturas, es una aventura que muchos anhelan. Sin embargo,no todos comparten esta exaltación. De hecho, para algunos, la sola idea de abordar esta clase de travesías puede desencadenar una oleada de ansiedad y miedo irracional.

Pide ayuda a tu profesional de la salud mental en cuanto notes algún síntoma.