¿Qué es el Trastorno de oposición desafiante (TOD) en niños?

¿Qué es el Trastorno de oposición desafiante (TOD) en niños?

La terapia cognitiva conductual sirve de ayuda para el trastorno de oposición desafiante. Educar a un hijo es una de las tareas más desafiantes de la vida. Pero muchas veces las cosas no salen según lo planeado. Puedes encontrarte con un niño o adolescente que parece tener una actitud rebelde e indisciplinada, sin importar lo que hagas para ayudarlo. Si esta situación te suena familiar, es posible que tu hijo o hija padezca un trastorno de oposición desafiante (TOD).

Puedes contar con nuestro centro de Terapia cognitiva-conductual, en Madrid, donde tu psicólogo de confianza te ayudará en lo que necesites.

Este tratamiento psicológico también lo tienes disponible de manera online.

¿A qué llamamos Trastorno oposicionista desafiante (TOD)?

El trastorno oposicionista desafiante (TOD) es un trastorno conocido por conductas de oposición que presenta un niño y estos comportamientos finalmente resultan en una interferencia en la vida social y escolar.

Vamos a intentar explorar los síntomas, causas y tratamientos del Trastorno de oposición desafiante (TOD), para que puedas entender mejor esta condición y ayudar a tu hijo a superarla.

Uno de los principales síntomas del TOD es un patrón persistente de comportamiento desafiante, irritante y desobediente hacia las figuras de autoridad, como padres, maestros, supervisores y otros adultos. Pero este comportamiento también puede manifestarse en otras situaciones, como con compañeros de clase, hermanos y otros familiares.

Síntomas comunes del TOD

-Mostrar una actitud de enfado continuo.

-Rebeldía sistémica ante las normas.

-Negarse a cualquier solicitud del adulto.

-Tener baja resistencia a la frustración y consecuentemente reacciones explosivas y resentimiento.

-Provocar deliberadamente a los demás.

El TOD también se caracteriza tanto por el negativismo a obedecer normas y las conductas de provocación, como por negación de los propios errores y culpabilización de los mismos a terceros.

Los niños diagnosticados con el trastorno oposicional desafiante suelen demostrar una conducta desobediente, hostil y negativista.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas deben ser persistentes y graves para ser considerados como un trastorno de oposición desafiante. Todos los niños y adolescentes desafían a las figuras de autoridad de vez en cuando, pero cuando este comportamiento se vuelve frecuente y afecta la vida diaria del niño, puede ser un signo de TOD.

¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene trastorno negativista desafiante?

El diagnóstico del trastorno de oposición desafiante se basa en la observación de los síntomas por parte de los padres, los maestros y otros adultos que interactúan con el niño. En algunos casos, un profesional de la salud mental también puede realizar una evaluación para determinar si el niño cumple con los criterios para el diagnóstico de TOD.

Los síntomas del TOD pueden superponerse con otros trastornos, como el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno de conducta.

Trastorno negativista desafiante en adultos

Los niños y adolescentes que han sido diagnosticados con el trastorno negativista desafiante, tienen una gran tendencia a correr más riesgo de experimentar dificultades de adaptación en la adultez. Esto se puede manifestar cómo problemas de control de impulsos, ansiedad, depresión, abuso de sustancias y conducta antisocial.

En cuanto al tratamiento psicológico, está demostrado que la metodología Cognitivo-Conductual es de las más efectivas, y consistiría en que el niño o adolescente aprenda a controlar y resolver sus problemas de ira, así como a mejorar sus habilidades de comunicación.

En ocasiones se puede trabajar con los pacientes la reestructuración cognitiva, y tratar los pensamientos disfuncionales, y las autoinstrucciones para la impulsividad.

Cuando trabajamos con niños es necesario hacer un entrenamiento con las familias, ya que, únicamente dando estrategias al niño, la terapia será insuficiente.

Para ello necesitan conocer muy bien el trastorno, en qué situaciones aparecen estas conductas disruptivas, cuál es la base del trastorno y cómo se ha llegado a esta situación.

Tendremos que mejorar la comunicación haciendo de modelo para que el niño aprenda buenas prácticas sobre cómo relacionarse.

Aquí tenemos varias pautas para trabajar desde casa:

-Dar instrucciones de la manera más clara posible.

-Tener paciencia y practicar técnicas de crianza con frecuencia.

-Evitar los gritos y no entrar en la dinámica del menor.

-Reconocer comportamientos positivos que demuestra el niño.

-Continuamente reforzar el vínculo que hay entre padres y niño, y demostrar que se siente amor incondicional por él o ella.

Es importante tener en cuenta que no hay un enfoque único que funcione para todos los niños con TOD. Cada niño es único y su tratamiento debe ser adaptado a sus necesidades individuales.

¿Cuándo debería preocuparme?

Si notas que tu hijo está teniendo problemas para seguir las reglas, desafía constantemente tu autoridad y tiene dificultades para llevarse bien con otros niños, es posible que debas considerar la posibilidad de que tenga TOD.

Si bien no existe una cura para el TOD, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del niño y de su familia.

¿Mi hijo tendrá TOD el resto de su vida?

No necesariamente. Con un tratamiento adecuado y una crianza efectiva, muchos niños con TOD pueden aprender a controlar sus impulsos y mejorar su comportamiento.

Los niños con TOD no tienen problemas de disciplina siempre. Pueden tener problemas para seguir las reglas y desafiar la autoridad, esto no significa que sean malcriados o que tengan problemas de disciplina. El TOD es un trastorno de salud mental que requiere un tratamiento profesional y una comprensión empática de los desafíos que enfrentan los niños y sus familias.

Conclusiones

El trastorno de oposición desafiante puede ser una fuente de estrés y frustración tanto para el niño como para su familia. Pero con el tratamiento adecuado y una crianza efectiva, muchos niños con TOD pueden aprender a controlar sus impulsos y mejorar su comportamiento.

Es importante recordar que el TOD no es culpa del niño ni de sus padres. Se trata de un trastorno de salud mental que puede ser tratado de manera efectiva con la ayuda de un profesional de la salud mental.

Es importante buscar ayuda profesional temprano, ya que cuanto antes se aborden los problemas de conducta, mejor será el pronóstico a largo plazo.